SE AGOTA EL FÓSFORO, UNO DE LOS NUTRIENTES DEL SUELO

 Conucos Taino History | www.picsbud.com

Por Eric Omaña

La sedentarización de los humanos se produjo gracias a la agricultura y a que en el suelo hay ecosistemas que fijan el nitrógeno del aire, toman el fósforo del suelo, intercambian dióxido de carbono con el oxígeno del aire y otras acciones, que permiten a las plantas su desarrollo y la producción de frutos. Con el tiempo, los conglomerados crecieron, surgieron las ciudades y la obligación de dar alimento a miles y luego, a cientos de miles de gentes.

Desde el Imperio Romano, observamos que el dominio de nuevos territorios y pueblos lejanos de Roma, no solamente era por sus riquezas, sino por alimentos para los ciudadanos y su maquinaria de guerra. La explotación de los suelos se había iniciado y su sistema natural de hacerse de nutrientes se vio afectado por lo que surgió la técnica del barbecho, que consiste en dejar descansar los suelos para que ellos logren su recuperación natural. Aún los verdaderos campesinos de todo el mundo practican esta técnica.

Mas adelante, paralelamente con la conquista del continente americano,  Europa desarrollaba la ruptura del modo de producción feudal porque el comercio hizo crecer los precios de la lana, y los dueños de la tierra optaron por expulsar a sus siervos, que sembraban la tierra para tener pastos para las ovejas. La gente así tratada se convirtió en mendigo y optó por moverse a las ciudades, donde luego se convirtió en la mano de obra barata y abundante del capitalismo industrial. Pero esas gentes necesitaban comer, y los suelos fueron agotados tanto por la explotación intensiva como por el abandono del barbecho.

El nitrógeno está en el aire, no hay manera de agotarlo, pero el fósforo si, porque  es parte del suelo, por lo que ante el agotamiento se impulsó una revolución agrícola, específicamente en Inglaterra, con el uso masivo del estiércol animal como nutriente del suelo. Todo esto se imbricará conque el hecho que el Reino de Inglaterra será el destino final del oro y la plata saqueado en estos lares por los Reinos de España y Portugal, el capital material del nuevo sistema capitalista, pero Londres también será el destino de los nutrientes arrebatados al suelo, llevados a la boca de las gentes en los alimentos y luego convertidos en contaminantes del Támesis.

Pero el estiércol no fue suficiente y se recurrió al guano, excremento de las aves marinas de las costas suramericanas, y hasta allá fue la fuerza supramacista inglesa, y no solo se apropió del guano sino que generó una guerra a finales del siglo XIX, cuando Chile se apropió de esas costas, contra Perú y Bolivia, y así perdió Bolivia su salida al mar. Por supuesto Chile tuvo el apoyo de Inglaterra en ese conflicto.

En ese siglo también se descubrió el uso de las cenizas como nutrientes del suelo. Pero el uso del guano no fue suficiente, y se empezó a explotar minas de fósforo, que hoy apuntan a su agotamiento. A principios del siglo pasado surgió el "invento" más importante de los nutrientes químicos, el proceso Haber-Bosh que hace la síntesis del amoniaco, imitando a los ecosistemas del suelo. A mediados del siglo XX surgió la "revolución" verde, con la cual el capitalismo ofreció acabar de una vez por todas con el hambre en el mundo.

Y así llegamos a donde estamos hoy. Los capitalistas que se apropiaron de la naturaleza, incluido el trabajo humano, por cierto su principal reproductor del capital, o de la riqueza, parodiando a Marx, pensaron que los recursos de la naturaleza son infinitos. Pero son finitos. El petróleo liviano está casi agotado. Recursos como el agua y el fósforo van en esa vía. Del agotamiento del agua, hay algo de información circulando pero del fósforo casi nadie habla.

La demanda de fósforo está próxima a superar la oferta,  lo que hará crecer aún más los precios de los alimentos, porque no hay una planta que no requiera fósforo para su crecimiento, y en los humanos es el segundo elemento químico después del calcio. Y la población mundial está próxima a superar los 8 mil millones de seres.

¿Qué podemos hacer? Primero concienciar que el agotamiento del fósforo en un problema para la vida humana en el planeta, pero ir a la acción. Presionar para que se construyan sistemas de tratamiento de aguas servidas, para recuperar fósforo, algo posible para la ingeniería. Fortalecer y hacer creer el sistema de conucos, que no destruyen los suelos como lo hacen los cultivos industriales. Y que en nuestros hogares no sigamos lanzando por el bajante los desperdicios de la cocina, sino que reusando tanto pote y envase de plástico, nos convirtamos en recicladores del fósforo. No es utopía, lo podemos y lo debemos hacer.

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