DISRUPTORES ENDOCRINOS O COMO LA INDUSTRIA QUÍMICA NOS ROBA EL FUTURO
No es casual que la imagen de este artículo sea un chupón o mamila de un tetero. El texto se explicará.
El capital no solo ha arrasado con la riqueza de la naturaleza creyéndola infinita y con cientos de millones de vidas desde que empezó a florecer por allá en la baja Edad Media, sino que se ha empeñado en desaparecernos como especie. El tema de los disruptores endocrinos, poco difundido y siempre inexistente para la mayoría de la población es un ejemplo de ese crimen culposo que, día a día se comete contra la humanidad. Pero contextualicemos el tema.
El sistema endocrino consiste de un grupo de tejidos, denominados glándulas, que interactúan y se comunican entre sí y con el resto del cuerpo, utilizando una señalización mediada por moléculas llamadas hormonas.
Pituitaria, pineal, timo, tiroides, suprarrenales, páncreas, testículos en hombres y ovarios en mujeres, que fabrican hormonas, y las que regulan esa producción, como el hipotálamo, son ejemplo de glándulas endocrinas.
Las hormonas han sido llamadas entonces mensajeras químicas, porque viajan a través del torrente sanguíneo y surten su efecto lentamente en procesos distintos como crecimiento y desarrollo, metabolismo, función sexual, reproducción y hasta en el estado de ánimo.
Una cantidad mínima provoca cambios en células o en todo el cuerpo. El exceso o falta de una hormona es un problema de salud.
Del hipotálamo
El hipotálamo es un tejido ubicado en la parte central inferior del cerebro, y hace el puente entre el sistema nervioso y el sistema endocrino, así que recibe información del cerebro, como la temperatura que nos rodea, la exposición a la luz o incluso los sentimientos, regulando a una glándula, llamada madre, por el racimo de hormonas que produce, se trata de la hipófisis, entre esas hormonas que produce la hipófisis se mencionan:
• La hormona del crecimiento, que actúa sobre huesos y tejidos.
• La prolactina, fabricación de leche materna.
• Tirotropina, producción de hormonas tiroideas.
• Corticotropina, estimula a la suprarrenales para que fabriquen determinadas hormonas.
• La hormona antidiurética, para el equilibrio hídrico a través de los riñones.
• La oxitocina, contracciones del útero en el parto.
• Segrega endorfinas que actúan sobre el sistema nervioso y que reducen la sensibilidad al dolor, y también hormonas que indican a los órganos reproductores que fabriquen hormonas sexuales.
• La hipófisis controla también la ovulación y el ciclo menstrual en las mujeres.
Disruptores endocrinos
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que alteran el equilibrio hormonal, provocando efectos adversos sobre la salud de personas, animales y de sus descendientes como: alteraciones del comportamiento, del crecimiento, anomalías reproductivas, diversas enfermedades y cáncer.
Actúan por bloqueo, es decir, no dejan a la hormona entregar el mensaje, por sustitución, es decir ocupan su lugar en el punto donde el mensaje debió ser entregado y hasta liberación de entrada para que haya exceso de hormonas.
Antecedentes
El término «disruptores endocrinos» fue propuesto por primera vez en una conferencia organizada por la Dra. Theo Colborn, del Fondo Mundial para la Vida Silvestre en Wingspread, Wisconsin (1991). Allí, los científicos convocados produjeron la Declaración de Wingspread 1991 basada en el Principio de Precaución que se expresa así: “Cuando una actividad amenaza dañar la salud humana o al medioambiente, se deben tomar medidas de precaución incluso si algunas de las relaciones causa-efecto no estén totalmente establecidas científicamente”
Pasados 13 años de esa reunión, en 2012, el Programa Interinstitucional para la Gestión Racional de los Productos Químicos (IOMC), que es una agencia de NNUU conformada por OMS, FAO y el PNUD, produjo el informe “Estado de la ciencia de los productos químicos disruptores endocrinos. Resumen para los tomadores de decisiones, donde afirman que “Cerca de 800 compuestos químicos son conocidos o se sospecha que sean capaces de interferir con receptores de hormonas, la síntesis de éstas o su conversión. Sin embargo, sólo una pequeña fracción de estos químicos han sido evaluados en ensayos capaces de identificar efectos endócrinos en organismos intactos”.
Entre esas sustancias químicas se consiguen: Arsénico, Compuestos organoestánicos tributilestaño (TBT), Mercurio, Niquel, Cadmio, Plomo, Estireno, Resorcinol, Disolventes 1,2,4-triclorobenceno percloroetileno octacloroestireno, Pesticidas organofosforados (paration, malation, chlorpirifos, diazinon, diclorvos, etc.), Filtros UV [benzofenona-2 (BP2) ben-zofenona-3 (BP•) 4-Metilbenzilideno camfor (4MBC) octil-methoxicinnamato (OMC)], ALMIZCLES [xileno de almizcle (MX) cetona de almizcle (MK) galaxolide (HHCB) tonalide (AHTN)], Triclorosan 5-cloro-2-(2,4-diclorofenoxi) fenol, Parabenos (etilparabeno, butilparabeno, metilparabeno y propilparabeno), Alquilfenoles (nonilfenoletoxilato, octilfenoletoxilato y sus metabolitos nonilfenol y octilfenol), Bisfenol-A Ftalatos (BBP, DBP, DEHP), Sustancias perfluoradas, Plaguicidas organoclorados, Polibromobifenilos, Dioxinas policloradas y Bifinilos policrados o PCB´s (supuestamente prohibidos).
Historia
Aunque los plaguicidas no son los únicos disruptores endocrinos, revisemos aspectos del tema de los plaguicidas creados por la ciencia para mejorar los cultivos y supuestamente acabar con el hambre, pero convertidos en realidad en potentes asesinos de los ecosistemas del subsuelo, de los animales y de los seres humanos:
• Muy temprano, en el año 1929, Montsanto crea los PCB´s, años mas tarde crearía el Glifosato, comercializado como Ruond Up, con el cual confronta demandas en EEUU, Canadá y Europa. Para limpiar la imagen, Montsanto se fusionó con Bayer. Un colectivo de científicos encabezados por Gilles-Eric Sereline (2013) demostró los daños a la salud de ratas hembras expuestas a agua contaminada con glifosato y publicó en una importante revista científica, pero Monsanto colocó en la dirección de la revista a un representante por lo cual el artículo fue des-publicado, un caso casi único dado que para publicar los editores someten cada propuesta a una aguda auditoría ciega de pares al investigador, para avalar procedimientos y resultados. A raíz de ese exabrupto Sereline publicó el texto ¿Nos envenenan?. Transgénicos, pesticidas y otros tóxicos, que pone al descubierto como la ciencia no es neutral y está al servicio del capital.
• En 1939, Paul Hermann Muller descubrió las propiedades insecticida del DDT.
• Hacia el año 1948, Down Chemical crea 2,4,5,T (agente naranja) con dioxinas, usada en la Guerra de Viet-Nam. Su principal fabricante fue Monsanto.
• Unión Carbide crea el Sevin en 1957, que se sintetiza a partir del isocianato de metilo. En 1984 el mundo sería testigo de un gran crimen contra la humanidad que continua impune, la tragedia de Bophal. La estadounidense Union Carbide se fusionó con Down Chemical.
Ahora bien, si hablamos de crímenes de lesa humanidad asociados a disruptores endocrinos, es decir, por agentes químicos (los de Hiroshima y Nagasaki lo fueron con agentes radiactivos) el mayor de todos los crímenes, ha sido sin duda el haber rociado a la población vietnamita con el agente naranja, el 2,4,5,T para eliminar los bosques y las malezas que encubrían los movimientos de los combatientes del VietCong, en esa guerra absurda, como toda guerra, que desarrolló EEUU, entre 1965 y 1972, que incluso afectó a cientos de soldados estadounidenses con ese químico. Como resultado del uso del Agente Naranja, alrededor de 400.000 personas fueron asesinadas o mutiladas, 500.000 niños nacieron con defectos de nacimiento y un millón de personas quedaron discapacitadas o sufren problemas de salud.
Los horrores del “progreso”
En 1936, los científicos Dodds y Lawson demostraron, usando ratas en el laboratorio, que el anillo ciclo-pentano-perhidro-fenantrénico tenía características de hormona sexual y una acción estrogénica que incrementa el peso uterino y transforman el epitelio vaginal de esas hembras. Crearon así el estrógeno sintético exógeno llamado como Dietiletilbestrol (DES) el cual se recetó a las mujeres entre los años 1940 y 1971 para prevenir abortos espontáneos, partos prematuros y otras complicaciones relacionadas con embarazos.
Roman A y Alfaro J (2005) reportan que en 1950 el uso del DES disminuyó luego que otros investigadores demostraron que no era un método eficaz para prevenir estos problemas del embarazo. En 1971, en EEUU se descubrió en un pequeño grupo de mujeres, que había relación entre la exposición prenatal al DES y un tipo de cáncer de cuello uterino y de vagina. Poco después, el DES fue retirado del mercado por producir en hijos varones criptorquidia (no bajan los testículos al escroto), hipospadias (ubicación irregular de la abertura de la uretra en la punta del pene) , anomalías testiculares y estenosis del meato uretral (constricción o estrechamiento). En Europa se continuó recetando el DES a las mujeres embarazadas hasta 1978.
En 1964 es retirada del mercado la Talidomina (N-[2,6-dioxo-3-piperidil]ftalimida), medicamento que fuera usado para calmar las nauseas y mareos de las embarazadas. Miles de niños y niñas con discapacidad motriz nacieron en todo el mundo. La Talidomina fue sintetizada en 1953 por el laboratorio Chemie Grünenthal de Alemania, cuyos directivos tenían credenciales nazis. Los tribunales de Alemania solo reconocieron compensaciones a mujeres alemanas. Carlos Gatti en 2018 hizo un artículo para su sociedad médica recordando ese triste caso.
Más evidencias, tomadas del libro de Colborn, T., Dumanoski, D. y Myers, P. (1997):
• Para 1952 se reportaba la pérdida del instinto natural de aparearse y criar de las águilas calvas de Florida (EEUU). 80% de las águilas muestreadas resultaron estériles. Se relacionó con la ingesta de peces con altos contenidos de DDT.
• A mediados de los 60, hembras en granjas de visones del lago Michigan (EEUU) no parían o perdían sus crías al poco tiempo. Se relacionó con la presencia de (PCB´s) en el pescado usado como alimento.
• Principios de los años 70, se documentó que hembras de gaviota del sur de California (EEUU) formaban pareja con otras hembras.
• En 1970, 80% de los polluelos de gaviotas argénteas del Lago Ontario (EEUU) morían antes de salir del huevo, algunos con deformidades similares a las observadas en pollos tratados con dioxinas en laboratorio.
• A finales de los años 80, sólo el 18% de los huevos de caimanes del lago Apopka, Florida (EEUU) eran viables. La mitad de las crías morían antes de los 10 días. El 60% de los machos presentaban caracteres feminizados, las hembras adolescentes presentaban deformaciones en los ovarios y sus niveles de estrógeno en sangre era el doble de lo normal. Diez años antes se había vertido plaguicidas (Dicofol y DDT) al lago.
• A principios de los 90, delfines del Mediterráneo sufren mortandad, al evaluarlos se determinó concentraciones de PCB´s entre dos y tres veces superiores a animales sanos.
• Años 90, en Inglaterra se observó feminización de peces que vivían a la salida del vertido de aguas municipales. Se relacionó con la degradación de detergentes y plásticos
• En 1992, un estudio realizado en la población danesa, mostró que se multiplicaron por 3 los cánceres testiculares, anormalidades en espermatozoides y disminuyó el recuento de los mismos.
• Luego un estudio de hombres de todo el mundo reveló que entre 1938 y 1990, la cantidad media de espermatozoides humanos había descendido en un 50%.
Clasificación de los disruptores endocrinos según la Comunidad Económica Europea.
Incorporo esta clasificación porque me pareció interesante, son cuatrro grupos:
• Sustancias de las que se tienen pruebas de su capacidad efectiva o potencial que ya están reguladas.
• Sustancias de las que se tienen pruebas de su capacidad efectiva o potencial pero que no están restringidas ni se están abordando bajo la legislación comunitaria vigente.
• Sustancias de las que no hay datos o no se han reunido datos suficientes.
• Sustancias no consideradas, sobre la base de la información disponible, no disruptoras.
Efectos sobre los humanos y animales
En general se ha observado que afecta más en las crías, que en la persona o animal progenitora expuesta, es decir, el mayor impacto se aprecia en la descendencia, siendo muy importante el momento de la exposición, ya que se determina su carácter y su potencial futuro, obviamente la exposición crítica tiene lugar durante el desarrollo embrionario, sin embargo, las manifestaciones obvias pueden no producirse hasta la madurez. Para cerrar esta caracterización se tiene que las sustancias químicas disruptoras pueden tener efectos totalmente distintos sobre el embrión, el feto o el adulto.
Los efectos ya reconocidos entre humanos se pueden agrupar, por lo menos en cuatro categorías:
• Anormalidades genitales en niños varones: como penes pequeños, defectos de uretra y testículos no descendidos.
• Cánceres sensibles de: mama, próstata, ovarios, útero y endometriosis.
• Enfermedades variadas como: obesidad, diabetes/ síndrome metabólico, infertilidad, déficit neurológico, función inmune deteriorada, Dawn, autismo, Alzhaimer, Parkinson, asma, enfermedad cardíaca e hipertensión.
• Signos preocupantes: aumento de la susceptibilidad a infecciones, aumento de las enfermedades autoimmunes, pubertad y menarquía (menstruación) tempranas, y caída de cantidad y movilidad de espermatozoides
Impacto ambiental
Los disruptores endocrinos modifican las condiciones de subsistencia o sustentabilidad de un ecosistema, parte de él, o de algunos individuos que lo componen ya que se degradan muy lentamente, acumulándose por:
• Relativa insolubilidad en agua y alta solubilidad en grasas.
• Alta dispersión en el ambiente, como el ejemplo de los plaguicidas.
• Facilidad para el transporte atmosférico formando parte del polvo atmosférico.
• Persistencia ambiental de residuos tóxicos y contaminación del agua.
• Alta presencia en vertederos al aire libre, donde es usual que se practique la quema, con lo cual los químicos quedan liberados para ingresar al suelo o liberarse al aire atmosférico.
Todo ello causa degradación de fauna y flora, desequilibrios ecológicos y aparición de nuevas plagas.
Recomendaciones en el lugar de trabajo y en el hogar.
La principal recomendación es aprender a reconocer en los materiales que empleamos a los disruptores endocrinos. En las empresas, la LOPCYMAT obliga a notificar los principios de prevención, y a suministrar equipos de protección personal acordes a la magnitud de la exposición, pero en los hogares no hay quien se encargue de ellos. Por eso, en muchos países se han creado comités de advertencia del riesgo que corre una mujer embarazada o las crianzas expuestas a sustancias como las que arriba hemos mencionado, que no son las únicas, ya vimos también que el informe de las agencias de NNUU en 2012 reporta no menos de 800 sustancias.
Voy a ir cerrando con algunos ejemplos. El Bisfenol-A se usa para fabricar nada menos que los chupones de los teteros de bebes, y para el material que cubre el interior de toda lata que contenga alimentos y bebidas. Los Ftalatos se usan en la fabricación perfumes, esmalte de uñas, laca de pelo y otros cosméticos, así como en artículos fabricados con PVC: juguetes, textiles, moquetas, cortinas, mangueras, tuberías, ventanas.
El tema es que el plástico todo la ha invadido. Sus componentes contaminan a los trabajadores cuando los manipulan para fabricar productos de uso masivo como los ya indicados, contaminan al usuario, quien no es advertido por el fabricante, quien deja esa tarea al comerciante, pero al que tampoco advierte del daño a causar en el usuario, de tal forma, que lo más grave es la exposición de las crianzas a este peligro ocultado, negado y lo peor, asociado al progreso, vaya progreso.
¿ QUÉ HACE FALTA EN EL CASO DE LOS DISRUPTORES ENDOCRINOS? Ahí van algunas propuestas.
• Desarrollar políticas nacionales e internacionales en el principio de precaución.
• Aplicar políticas para la prohibición inmediata productos que contengan sustancias como el Glifosato, Endosulfan y el Metoxicloro, funguicidas como la vinclozolina, herbicidas como la Atrazina, los Alquilfenoles, Ftalatos y el Bisfenol-A.
• Eliminar el uso del PVC, el Percloroetileno, todos los plaguicidas clorados, el blanqueo de la pasta de
papel en cloro y la incineración de residuos.
• Vigilancia epidemiológica específica.
• Eliminación de vertederos y sobre todo no consumir, para que los plásticos no lleguen a esos lugares.
• Reducir el número de sustancias químicas y rediseñar los procesos de producción.
• Implementar la agricultura ecológica (sin plaguicidas).
• Comercializar sólo sustancias químicas cuya degradación en el medio ambiente se conozca.
• Sometiendo cada nuevo producto a pruebas antes de salir al mercado.
• Campaña informativa permanente por los medios de comunicación de los gobiernos.
• Crear en las comunidades comités de usuarios para la defensa ante los disruptores endocrinos.
REFERENCIAS
• Colborn, T., Dumanoski, D. y Myers, P. (1997). Nuestro Futuro Robado. Disponible en http://istas.net/descargas/disruptores_endocrinos_final.pdf
• Programa Interinstitucional para la Gestión Racional de los Productos Químicos (IOMC), produjo el informe “Estado de la ciencia de los productos químicos disruptores endocrinos-2012. Resumen para los tomadores de decisiones. Disponible en https://wedocs.unep.org/bitstream/handle/20.500.11822/12223/EDCSP.pdf?sequence=5&isAllowed=y
• Roman A y Alfaro J. Nuevos disruptores endocrinos: su importancia en la población Pediátrica. TREIA / VOL 18/No.4 / DICIEMBRE / 2005 Disponible en http://www.scielo.org.co/pdf/iat/v18n4/v18n4a07
• Carlos Gatti. La tragedia de la Talidomina. Colegio Iberoamericano de Dermatología. Disponible en https://www.medigraphic.com/pdfs/cutanea/mc-2018/mc183r.pdf
• ISTAS (2002). Manual de Disruptores Endocrinos: un nuevo riesgo tóxico. Disponible en https://redcritica.net/wp-content/uploads/2016/04/NUESTRO-FUTURO-ROBADO.pdf
• Programa InterInstitucional para la Gestión Racional de los Productos Químicos (IOMC). 2012. Estado de la ciencia de los productos químicos disruptores endocrinos. Resumen para los tomadores de decisiones en https://wedocs.unep.org/bitstream/handle/20.500.11822/12223/EDCSP.pdf?sequence=5&isAllowed=y
• Fundación Vivo Sano. (2013). Manual de Químicos Disruptores Endocrinos en la comida de la Unión Europea. (1ra Ed.). Alemania.
Comentarios
Publicar un comentario