EL PROCESO DE LA PREVENCIÓN DEL PELIGRO
Por Eric Omaña
Introducción.
Hemos hablado en
otras notas de este blog de los paradigmas dominantes y emergentes en Seguridad
y Salud en el Trabajo, desechando la noción de riesgos propugnado por J.W.
Heinrich (1931) en las distintas versiones de su texto “Prevención del
accidente industrial: una aproximación científica", en eso hemos seguido al epidemiólogo Oscar
Betancourt (1999) y al ingeniero de seguridad Fred Manuele (2011), y junto con
Arturo Suárez (2020) propugnamos un nuevo paradigma en nuestras disciplinas,
centrado en el peligro.
Betancourt (1999)
lanzó la importante idea de los procesos peligrosos y hasta de los procesos
saludables, de lo cual mucha gente habla, pero no aplica, cayendo así en el
paradigma dominante, trabajando con el riesgo, que es algo que no existe, al
menos físicamente, en vez de trabajar con el peligro, que es lo tangible, y que
en todo caso es lo que realmente causa el daño, de hacer contacto con el mismo,
es decir, de haber exposición, situación en que la vulnerabilidad juega un
papel decisivo. El citado autor concluye:
• Los procesos peligrosos (PP.PP.) surgen de
la interacción entre objetos, medios de trabajo y la actividad misma.
• PP.PP. permiten encontrar sus orígenes y
sus relaciones. La desnaturalización del riesgo, es la base científica y
epistemológica que permite pensar propuestas alternativas en el campo de la SST
Manuele (2011)
fue más directo en su crítica al paradigma dominante, y demostró que las bases
de las teorías de Heinrich no existían, pero que además, esta autor cambiaba el
contenido de cada versión de su texto, cada vez que en su oportunidad, los
prevencionistas de entonces, como Roland Blake y otros cuestionaban sus
postulados. Las conclusiones de la investigación sobre el libro de Heinrich son
tajantes:
• No es cierto que reduciendo la frecuencia de los eventos se evitan las fatalidades (base conceptual de la pirámide de Heindrich).
• • Las causas de los accidentes no están en los actos inseguros sino en sus causas raíces, están en la falta de planificación y compromiso, en fin del liderazgo.
• • No es ético seguir enseñando la pirámide, a menos que sea para indicar como la historia de la seguridad ha evolucionado en el tiempo.
Omaña & Suárez (2020), luego de años de experiencia en la industria petrolera nacional y el sector de la energía eléctrica concluyen que ya es hora de iniciar la discusión con los prevencionistas, que haciendo siempre lo mismo pretenden obtener resultados diferentes, por eso:
• Establecen que se debe centrar la prevención en el peligro
• Se debe utilizar el análisis de riesgos, que ha sido el arma por excelencia de la ingeniería de riesgos para la prevención y el estudio de los eventos mayores, para diseñar de los más efectivos EPC y seleccionar los mejores y más confortables EPP.
Las 5 P de la Prevención de accidentes y
enfermedades del trabajo
Como indica la
figura que abre este artículo, la Prevención de accidentes y enfermedades del
trabajo es un proceso, con sus partes concatenadas, y con los actores
cumpliendo las premisas de estar comunicados, integrados, alineados y sobre
todo cumpliendo con el marco constitucional vigente, es decir, siendo
participativos. Gran parte de los accidentes en que me ha tocado ser parte de
los respectivos comités de investigación tienen que ver con falta la aplicación
de estas premisas. Repasemos someramente estas etapas.
Planificación: Aquí comienza todo proceso, lo que aquí
se haga o se deje de hacer, será la causa de un trabajo seguro y saludable, o
de un trabajo inseguro e insalubre. Al planificador le cuesta entenderse en este
proceso, porque nuestra educación positivista no le enseña a ver el todo, y las
relaciones del todo con las partes, ni de las partes entre sí. Por eso diseña
todos los procesos con las mejores técnicas de la ingeniería, pero deja lo que
llamamos el Proceso Social del Trabajo a otras instancias de la empresa, que
bajo el paradigma dominante, también actúan en espacios estancos.
La Planificación es el planeamiento previo de
todos los elementos y actores que participan del proceso de producción de
bienes y servicios, y debe aplicarse en todo tipo de actividad, pero además
debe extenderse al seguimiento para garantizar que las cosas se hacen como se
planifican, o se deben corregir, porque nuevos elementos así lo exigen.
Promoción: Esta es la segunda etapa; diseñado el
proceso y definido por planificación el conocimiento y las competencias de las
personas que en él participaran, corresponde desarrollar un conjunto de estrategias,
que comienzan con la notificación de los Principios de Prevención de Peligros y
condiciones insalubre (¡no de notificación de riesgos!), y se continúa con la
formación y actualización que garantice el cumplimiento de las competencias
establecidas en la planificación, con la formación para el trabajo seguro y
saludable, y un sin número de actividades más como el tema de la señalización,
los mapas de peligro, las charlas 5 minutos, etc.
Preparación: Con el proceso ya listo y el personal
formado como es requerido, los trabajadores arriban al sitio donde van a
ejecutar una determinada tarea planificada en oficina, ahora toca planificar en
el sitio, organizar en sitio todos los elementos y actores que participan de la
actividad, reconocer los peligros, analizar los riesgos y establecer las estrategias
de control de los peligros presentes. La empresa eléctrica nacional, CORPOELEC
dispone de una herramienta para hacer el análisis de riesgo muy bueno,
recomiendo su uso. Incluso creo que el INPSASEL pudiera, por resolución hacerla
obligatoria, adaptándola a los contextos de las diferentes empresas. El
análisis de riesgo permite saber que equipos de protección colectiva y cuales
equipos de protección personal, son requeridos para la actividad que está a
punto de arrancar.
Prevención: Incluye todas acciones encaminadas a
anular los peligros o a evitar el contacto con los mismos, lo cual no siempre
es posible, por las características de los procesos. Cito un ejemplo que
aprendí trabajando en CORPOELEC. La forma más “segura” de trabajar en una instalación
eléctrica en suprimiendo la electricidad, y hay entonces una serie de
protocolos para hacer esas cosas, pero resulta que aunque Ud. deje un punto,
instalación, etc. sin electricidad, no hay garantías que el sistema no pueda
energizar, por muchas razones, como el que algún vecino puso en marcha su
planta eléctrica sin aislarse de los conductores externos, cayó un rayo, los
conductores fueron energizados por otros más cercanos, etc.
En el laboratorio
si podemos garantizar que, por ejemplo, usando una campana de seguridad con sus
respectivas normas, el peligro químico o el peligro biológico con el que se
trabaja, queda anulado dentro de la campana, y pasado por filtros, antes de
descargar al exterior, para impedir que una cosa que le puede afectar la vida y
la salud a una gente dentro de la empresa, vaya a hacer lo mismo con la
población en general y con la misma naturaleza.
Equipos como las
campanas citadas forman parte de lo que llamamos equipos de protección
colectiva, como lo son todos los sistemas de protección contra las explosiones,
los incendios, los sistemas de extracción de calor, de solventes, de polvos y
fibras, etc. Estos equipos deben ser diseñados por la ingeniería, construidos
siguiendo las normas establecidas para tal fin, y evaluados en su
funcionamiento y eficiencia en forma periódica.
Previsión: esta relacionada con la exposición y la
vulnerabilidad, y consiste en la selección del mejor equipo de protección
personal (EPP), es decir, individual, para exponerse a un determinado peligro de
tal modo que disminuya en algo nuestra vulnerabilidad, dado que no somos
máquinas, sino seres humanos. En este momento, debe prevalecer el criterio
médico, porque en el pre-empleo, que se planificó en la primera etapa de este proceso, se indicó
a cuales peligros se enfrentará al trabajador y cuales exámenes de su salud
debe la empresa hacerle para garantizar que el EPP no potenciará el riesgo de
exponerse a un peligro.
Cambiar el paradigma de la investigación de
accidentes
El paradigma
dominante, el paradigma de Heinrich, debe ser abortado de una vez por todas, en
especial en un área tan sensible como es la investigación de accidentes de
trabajo. Con esos valores de 85% por “actos inseguros” y 15% por “condiciones
inseguras” para explicar las causas de los accidentes, Heinrich estableció una
pauta que hasta en los organismos gubernamentales de países donde hay
estudiosos del problema, se sigue utilizando.
Me decía una
Delegada de Prevención que entrevisté para mi tesis doctoral, que la incorporaron
como debe ser al comité de investigación del accidente fatal de un cuadro
gerencial de la empresa donde trabaja, que dicho comité lo primero que se planteó
fue el “acto inseguro” del malogrado compañero, quien era muy apreciado por
todos, en especial por su personal subalterno. Andaba en su vehículo que se
estrelló causándole la muerte en una actividad de la empresa, pero el comité consiguió
en los restos del carro una tapita de cerveza y concluyó sin ninguna prueba
estableció que el hombre manejaba bebido y a exceso de velocidad sin hacer un
estudio del indicador de velocidad. El comité concluyó que el accidente no era
ocupacional, y la delegada se negó a firmar el informe respectivo, como debe
ser.
Ya no se puede
seguir investigando los accidentes bajo esa visión “acto inseguro-condición
insegura”, hay que avanzar. Si arriba establecimos que la prevención de los
daños a la salud y la vida se inician en la Planificación, lo primero que se
debe buscar en la investigación las llamadas causas raíces del accidente, que
tienen que ver con la estructura de la empresa, y no empezar por las causas
directas, donde se produce la transferencia de energía entre dos cuerpos, uno
el humano, que por ser vulnerable es el que va a resultar afectado.
Sobre este punto,
les invito a revisar mis notas sobre el accidente de Tacoa (1982) y el Accidente
de Amuay (2011), que he incluido en este blog, sobre todo este último, el de
Amuay, donde la estatal petrolera encubrió sus fallas gerenciales en la época de
Rafael Ramírez, presentado un excelente informe técnico de causas raíces, que
no era tal, era de las causas inmediatas, y donde además, nada reportó de las
causas contribuyentes.
Ahora bien, y para concluir, el cambio de paradigma debe
darse en todas las dimensiones, en cada una de las 5 P arriba mencionadas,
objeto de estas notas. Por ejemplo, la formación no puede seguir siendo eso que
llaman escolástica, donde se pone a un grupo de personas “desconocedoras” de
una realidad, lo cual es falso, frente a un facilitador, “experto” en la
materia, lo cual seguramente es falso también. Habría muchas propuestas en esa
dirección. A mí me fue excelente, haciendo mapas de peligro y análisis de
riesgo en sitio con los trabajadores de una empresa, aprendí un mundo, y la
actividad teórico-práctica fue muy bien evaluado por el personal asistente.
Anímate a cambiar el Paradigma en Seguridad y Salud en el
Trabajo.
Referencias
Betancourt, O. (1999). Salud y Seguridad en el Trabajo. Ed. OPS/OMS- FUNSAD.
Quito (libro disponible en internet)
Heinrich , J.W. (1931). Prevención del accidente industrial:
una aproximación científica. (libro disponible en internet)
Manuele F. “Dislodging
Two Myths From the Practice of Safety”.
ASSE. 0ct-2011. pps
52-61 (artículo disponible en internet)
Omaña, E. & Suárez, A. (2020). Nuevos paradigmas en
seguridad y salud en el trabajo. Salud de los Trabajadores. 28(1):
61-71. (artículo disponible en internet)
Interesante articulo Eric y gracias por ello. En la segunda fase que señalas como promoción aun cuando se comprende lo que describes, me parece que para no confundir con el nivel de promoción de la salud en el trabajo (acciones en positivo para favorecer salud) podría ser la fase de facilitación de la formación; se me ocurre a modo de sugerencia? Qué opinas?
ResponderBorrarAsí es, estoy de acuerdo, aunque facilitar la información es parte de su metabolización, que es donde este el detalle.
BorrarFase de Facilitación o facilitar la formación
ResponderBorrarDigno de prestarle atención, de reflexión y consideración para el cambio.
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