LOS PELIGROS PARA LA VIDA Y LA SALUD EN LAS MINAS VENEZOLANAS
PRESENTACIÓN
La mayor parte de los trabajos que forman parte de este Blog devienen de mi experticia por varias décadas en el mundo de la prevención, combinada con documentos y artículos científicos, con los cuales busco dar soporte a las cosas que voy presentando, que como he escrito otras veces, emulando al querido Alí Rodríguez Araque, “antes que se me olvide”. Este tema de los peligros para la vida y la salud en las minas venezolanas se orientará en ese modelo, señalando que nació de una conferencia para los estudiantes de Ingeniería de Minas, Geología y Geofísica de la Universidad Central de Venezuela (UCV), quienes no tienen en el desarrollo de su carrera, una materia que los ponga en contacto en las nociones de seguridad y salud en el trabajo para desempeñarse en actividades de tan alto riesgo como las que se encontraran en su vida laboral, sólo ven algunos tips, y por eso nace de ese estudiantado la idea de la conferencia que dio inicio a estas notas.
No solo no reciben una adecuada formación en seguridad y salud en el trabajo los cursantes de Minas y Geología, igual sucede con los estudiantes de las demás escuelas de la Facultad de Ingeniería de la UCV, salvo Ingeniería Química e Ingeniería Mecánica. Y eso duele.
En junio de este año, un egresado con apenas dos años de graduado en Ingeniería Civil murió aplastado junto con un obrero por un talud de tierra mientras realizaban alguna actividad en una zanja donde el empleador violó el artículo 645 del Reglamento de las Condiciones de Higiene y Seguridad en el Trabajo que señala: "Las paredes de las zanjas de más de 1,20 metros de profundidad, donde la calidad de terreno ofrezca riesgos de derrumbe, deberán estar entibados, a menos que tengan un declive que coincida con el ángulo de reposo de la tierra". Duele pensar que en la Escuela de Ingeniería Civil de la UCV, los futuros profesionales no tengan orientaciones de los peligros que la profesión acarrea, para ellos y para los demás.
Imagino que la ingeniería en otras universidades no escapa al proceso de no formar en materia de seguridad y salud en el trabajo. Viví la experiencia de investigar en la SIDOR privatizada, en la época del segundo mandato del Presidente Caldera, de la muerte de un ingeniero con apenas dos años de graduado en la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET).
Hicimos el simulacro usando nitrógeno en el proceso y demostramos que aquella fatalidad era el producto de la violación del Art. 131 de la LOPCYMAT, que establece penas de prisión entre 8 y 10 años, pero aconteció que la empresa, un consorcio llamado Amazonia, creada con capital argentino y brasileño, sacó del país a los responsables de la muerte de ese joven ingeniero a lo que se sumó que el Ministerio Público, imagino obedeciendo alguna orden del poder constituido, no llevó adelante ningún procedimiento contra los dueños de Amazonia.
EL PRINCIPIO Como siempre, metodológicamente, empecemos por el principio. Las primeras minas que conocieron los seres humanos debieron ser de cielo abierto, quizás ya conocían el uso del sílex o pedernales, que es una variedad de cuarzo (sílice) muy duro que al romperse forma unos bordes muy cortantes, con la cual debieron confeccionar las primeras herramientas para la caza por un lado, y para defenderse de los depredadores, por el otro. Es creíble, que al agotarse el material disponible en la superficie, buscaron el sílex, cavando en la tierra, dando origen a la minería subterránea.
Según Morton (1996), posiblemente la mina más antigua conocida
es la Cueva del León, en Swazilandia, actualmente un pequeño Estado
soberano ubicado como enclave en la República Surafricana. La mina tiene una
data superior a los 40 mil años. Expone este autor que los seres humanos del Paleolítico
excavaban en busca de la hematita, que extraían para producir un pigmento ocre.
Bednarik (1992), citado en 1966 en el trabajo de Morton,
describe varias minas subterráneas correspondientes al Paleolítico Medio y
Superior que incluyen la excavación de pozos para llegar a la materia prima
enterrada, así como los conocimientos, logísticas, herramientas y facilidades
que debían disponer aquellas gentes para adentrarse en los socavones que
habrían construido y apuntalado, y agrega este escribidor, el tema del agua
debía ser abordado, dado su presencia por debajo del suelo en función del nivel
freático.
Otro elemento menos subjetivo es la búsqueda de materiales
preciosos, principalmente el oro y la plata, razón de conquistas y asesinatos a
lo largo de la historia de la humanidad, que tiene en toda América su nivel más
alto, cuando ingleses, españoles y portugueses produjeron el genocidio de por
lo menos 60 millones de americanos originales (no indios, porque estos son de
la India) en la búsqueda de las riquezas de nuestras tierras, como bien lo
apunta siempre Eduardo Galeano en su obra Las
venas abiertas de América Latina.
De la avaricia y el saqueo cometido por parte de Europa en tierras americanas,
viene el diferendo con Venezuela que la República Corporativa de Guyana heredó
de la prepotente Inglaterra, país que conspiró junto a Estados Unidos para
lograr la implosión de la Colombia de Bolívar, a sabiendas de la potencia en
ciernes que habría de desarrollarse, con salida a los dos océanos, Pacífico y
Atlántico y con inmensas riquezas minerales, suelos ricos en nutrientes y con
pueblos, que sin formación militar previo, habían logrado derrotar a tropas
experimentadas que venían de derrotar a Napoleón. Los ingleses conocieron muy
temprano de las riquezas auríferas en la
región Guayana, incluida las presentes en nuestro territorio esequibano.
AGRÍCOLA Y PARACELSO
Estos dos actores fueron contemporáneos. Sus aportes son esenciales para contextualizar adecuadamente el tema que estamos tratando. El alemán Georg Bauer, más conocido por su nombre latinizado Georgius Agricola, escribió el libro que sintetizó, con lujo de detalles toda la información de la minería y la metalurgia disponible para su época en De re metallica (El discurso sobre los metales), por lo que fue por casi dos siglos, la autoridad sobre la minería, haciendo grandes aportes para la historia de la química, y por supuesto, para nuestra disciplina de seguridad y salud en el trabajo.
La primera traducción del latín al inglés de libro de
Agrícola es obra de un ingeniero minero, más tarde presidente de Estados
Unidos, Herbert Hoover y su esposa, Lou
Henry Hoover. Tengo la suerte haber recibido como obsequio en un Congreso
Internacional de Higienistas Ocupacionales, un ejemplar de esta traducción,
donde destacan esos detalles del dibujo de las cosas que el autor original va
explicando en su discurso. De algunas condiciones de trabajo y sus efectos a la
salud, escribía Agrícola:
«…algunas afectan
a las articulaciones, otras atacan a los pulmones, algunas a los ojos, y,
finalmente, algunas son fatales para los hombres. […] En las minas donde el agua
es abundante y muy fría, daña con frecuencia las extremidades, pues el frío es
perjudicial para los nervios. Por otro lado, algunas minas son tan secas que
están totalmente desprovistas de agua, y la sequedad hace mayor daño aún en los
trabajadores, pues el polvo que es desprendido en la excavación penetra en la
tráquea y en los pulmones, y produce dificultades en la respiración […] Si el
polvo tiene propiedades corrosivas, carcome los pulmones y consume el cuerpo».
Como gran observador, también apreció Agrícola, las
habilidades que desarrollaron los mineros de entonces para extraer agua, en una
época donde aún no se contaba con equipos hidráulicos, facilidades para
proteger las manos contra los atrapamientos y las cortaduras propios de la
profesión, y para extraer el material pulvígeno del interior de las minas.
El otro gran observador fue sin duda alguna Paracelso, quien
publicó De los oficios y
enfermedades de la montaña (1567), en el que de igual modo, presenta la relación
existente entre las condiciones de trabajo en las minas y en los procesos
metalúrgicos que le seguían y las enfermedades pulmonares, llegando a reportar
que era tan alta la mortalidad entre los hombres, que una mujer podía
desposarse varias veces. Incluso reporta una supuesta medida preventiva, hoy en
día desechada pero hasta hace poco defendida por los sindicatos de muchos
países, se trataba de usar la leche como descontaminante, a lo que Paracelso
recomendaba agregar algunas hierbas y semillas.
Siempre estos observadores que sistematizaron para la
posteridad hitos de importancia para la seguridad y salud en el trabajo deben
ser recordados, como Plinio El Viejo, quien vivió en el Siglo I en Roma, y
apreció la muerte por asbestos en los esclavos que cocían las mortajas con esa
material para los nobles del imperio, y el uso de las vejigas de los corderos
como mascarillas de protección respiratoria en el trabajo esclavizado en las
minas.
LA MINERÍA EN AMÉRICA Tal como comentamos arriba, los europeos
buscaron en nuestro continente las materias valiosas que marcaban la riqueza rápida,
la ambición y la prepotencia del sujeto blanco de lo que hoy llamamos en
Occidente colectivo, llevándose por delante las vidas de millones de gentes
americanas originales, de ello fue testigo Fray Bartolomé De Las Casas, quien así
lo reportaba al rey español en su célebre texto Brevísima Relación de la destrucción de las Indias, libro que al
igual que el Galeano citado arriba, está disponible en la internet.
De las Casas introdujo, en lo que luego fueron Las Leyes de
Indias, una serie de medidas para proteger a los pobladores ancestrales cuando
hubiesen resultado víctimas de situaciones que les produjera discapacitación
para una vida normal, descalabros era la palabra usada en aquella época. Esta
medida se adelantaba, a la que siglos después planteara Bismark, al introducir
la Seguridad Social, que cubre de por vida la discapacidad para el trabajo.
Desde el punto de vista técnico, hay mucha información de la
minería en Nuestramérica, por ejemplo, refiere
Montoya (2022) que un capitán español, de nombre Martín de Ocampo actuó como
árbitro y mandatario para aumentar el
rendimiento de las minas de mercurio, plata y oro, tanto en España como en el
Perú y en el Nuevo Reino de Granada, coadyuvando a que los conocimientos se
trasvasaran en el sentido de España a América, pero también de América a España;
señala este autor que la mayor parte de las innovaciones mineras eran
americanas.
LA MINERÍA EN VENEZUELA
En nuestro país los españoles no se
encontraron con la riquezas de México y Perú en materia de materiales
preciosos, pero famosas fueron sitios de
exploración como el ahora punto Las Minas de Baruta, donde supuestamente hubo
oro alguna vez, pero lo imagino en una cantidad tal que no escaló más la
ambición de los conquistadores. A esto se añade la búsqueda infructuosa por
todo nuestro territorio de oro que condujo a la creación de la famosa Leyenda
de El Dorado, con la cual los pueblos ancestrales se burlaban del europeo y
eludían la represión que les acompañaba.
La explotación del oro durante los siglos XVI y XVII en nuestro
país no fue muy productiva, en comparación con explotaciones de minas similares
ubicadas en otras colonias, pero lo suficiente para abrir las ambiciones de Inglaterra,
que rápidamente fijó su mirada al sur del país, y que luego se concretó con el
despojo que hicieron de nuestro territorio Esequibo, sobre todo a partir de la segunda
mitad del siglo XIX, producto de las prósperas minas ubicadas en los
alrededores del río Yuruari (sureste del estado Bolívar) que llevó a fundar la
Escuela de Minería de Yuruari, en la
población de Guasipati, en el año de 1892. Veamos que el fraudulento Laudo Arbitral (en realidad, laudo
arbitrario) de París, fue siete años después, en 1899.
En esos años, el Estado venezolano otorgó concesiones a
empresa extranjeras que introdujeron maquinarias, tecnologías y personal
calificado, convirtiendo en minera de toda la región El Callao, Tumeremo, Guasipati y El Dorado.
También es de esos años, la llegada a nuestro país de los hermanos de las islas
del Caribe, creándose toda una cultura musical y social, que caracteriza a la
zona; por ejemplo, dice uno de esos famosos calipsos, que el nombre de El
Callao deviene de “un solitario minero que se encontraba embombao”,
refiriéndose a alguien que estaba encerrado quemando el mercurio para separar
el oro, contaminando sus pulmones con el metal pesado.
El impacto de esa minería del oro ha sido desbastador,
porque el extranjero viene a hacer lo que hace, desde que Colón paseó sus naves
frente a las costas americanas, saquear, expoliar, y los diversos gobiernos que
hemos tenido han sido complacientes, permitiendo que esas empresas extranjeras contaminen,
depreden al ambiente, haciendo cosas que de ejecutarlas en sus países de origen
serían causales de penas pecuniarias y hasta de prisión.
ACCIDENTES NOTORIOS EN EL TRABAJO MINERO Luego de haber hecho una aproximación a la contextualización del tema, enumeremos los accidentes más catastróficos que han ocurrido en las minas alrededor del mundo. En orden del número y calidad de las víctimas, el mayor de estos incidentes ocurrió en China en el año de 1942, durante la ocupación del Imperio Japonés, en la localidad de Benxi, la explosión de gases liberados por el carbón, el llamado grisu, mató a 1.549 mineros. Le sigue como siniestro más mortífero en la historia, el ocurrido en Courrieres, Francia, en 1906. Allí otra explosión en una mina de carbón mató a 1.099 mineros, entre ellos muchos niños. Ocho años más tarde, en 1914, al borde de la I Guerra Mundial, 687 mineros perdieron la vida, en el que hasta ahora sido ha considerado el peor accidente minero de Japón.
En Dhanbad, India, en el año 1975, fallecieron 372 mineros.
Diez años antes, en 1965, 375 mineros habían perdido la vida en otro accidente
en la misma región. En Turquía la mayor tragedia en una mina sucedió en 1992, cuando
una explosión de grisú mató a 263 mineros. El segundo y el tercer peor
siniestro tuvieron lugar en 1983 y en 1990 y dejaron 103 y 68 muertos,
respectivamente, por sendas explosiones de gas metano, pero en 2014, el
accidente de una mina de Soma, en el oeste de Turquía, ocasionó más de 200 fallecidos, lo que lo convierte en
uno de los peores accidentes de estas características de los últimos años en
ese país.
El accidente minero con más víctimas en Rusia ocurrió en la
mina Ulianóvskaya, ubicada en Siberia, en el año 2007, producto de una
explosión del gas metano que cobró la vida de 110 mineros. En este siglo,
ocurrió la explosión en la mina de Xinxing, en Heilongjiang, China, que es el peor accidente en la historia reciente
de ese país que cobró la vida de 104 mineros.
El peor accidente de Zimbabue,
en el continente africano, ocurrió en Hwange, sitio cercano a las fronteras de
con Botsuana y Zambia, en el año 1972 con 427 trabajadores fallecidos por una serie
de explosiones subterráneas a causa del polvo con metano. En Sierra Leona, en
el año de 2010 ocurrió uno de los accidentes más catastróficos vinculados a la
minería “ilegal” de ese país, cuando fallecieron al menos 200 personas por el
desplome de una zanja de 12 metros de profundidad que ellos mismos cavaron. En
junio de 2023, murieron 30 personas en minas ilegales en la ciudad de Welkm, a 250 kilómetros de Johannesburgo, capital de Suráfrica,
esas minas las conocen los pobladores como minas fantasmas.
En nuestro continente se tiene la explosión en Colombia de
la mina de carbón San Fernando, cercana a la ciudad de Antioquia, donde 73
personas murieron. Se reportó que la tragedia ocurrió a medianoche por
acumulación de gas. Nuestro país no escapa a esta masacre de mineros, en el año
2023, producto de fuertes lluvias y de la fragilidad de los pozos de la minas
ilegales en El Callao fallecieron doce personas por el colapso de una mina de
oro, accidente que estimo es el de mayor víctimas en Venezuela.
No es la intención de estas notas hacer un directorio de
accidentes en las minas alrededor del mundo, pero este escribidor puede
señalar, que empezando a laborar en el Programa de Higiene Ocupacional del
Ministerio de Salud, por allá a finales de la década de los años 70´s, me tocó
investigar, conjuntamente con el Ing. Erich Smith, primer higienista
ocupacional que hubo en Venezuela, la
muerte de un ingeniero recién graduado en la Universidad de Oriente y dos
obreros, en la mina de oro El Perú, en El Callao. Los tres trabajadores estaban
desaguando la mina que iba a ser rehabilitada luego de mucho tiempo sin
operaciones, y bajaron a mover la bomba succionadora para un sitio donde
siguiera sacando el agua, no llegaron a su destino, al mover el agua habrían
liberado una burbuja de algún gas que los mató.
No puedo dejar de mencionar en esta apretada síntesis, el caso con mas muertes por silicosis, la variedad de las neumoconiosis más conocida, que causó en Estados Unidos en 1927, la ahora mal conocida Union Carbide - la misma responsable de la muerte de miles de personas en la India con el caso de Bhopal en el año de 1984 -, mientras construía un túnel para trasvasar agua para una central hidroeléctrica en West Virgina. Spencer (2023) en su trabajo "Haws Nets Tunnel Disaster" comenta que en la obra participaron 3.000 hombres, la mayoría negros, con exposiciones prolongadas al polvillo de la excavación sin protección respiratoria, donde no había ningún sistema de extracción del aire contaminado, que el número exacto de fallecimientos no se conoce, se estima que fue de 1.000 obreros, es decir, 1 de cada 3 hombres murieron por silicosis. El caso fue llevado al Congreso de EE.UU. no se sancionó a la empresa pero se inició una política nacional para el control de las neumoconiosis.
Este resumen que he expresado hasta aquí nos indica que a los típicos
accidentes que ocurren en las empresas, esos que se llaman del día a día, se suma que han
ocurrido también accidentes catastróficos, aunque sea con la muerte de una sola
persona. Cuando analizas esos accidentes,
se aprecia que la mayoría son el producto de la falta de planificación, la
falta de preparación y organización del trabajo, falta de formación para el trabajo seguro, digno
y confortable, falta de prevención, es decir, de aislamiento y liquidación del
peligro, y falta de previsión, es decir,
por la falta de usar los equipos de protección colectivos (EPC) y personales
(EPP), que pasan por los análisis de los riesgos que generan los peligros del
trabajo. Es lo que este escribidor ha llamado la no atención a las 5P.
CLASIFICACIÓN GENERAL DE LOS PELIGROS
Los
peligros son todas y cada una de las cosas que pueden causar daño, pueden ser
tangibles como vamos a desagregar a continuación, en una lista en la que no
entraremos a detallar, pero también pueden ser intangibles, como la
organización, las jerarquías, las tecnologías, etc. Esta lista es valedera para
cualquier proceso laboral.
Peligros físicos,
como: Ruido, que es considerado como el enemigo N° 1 de la salud pública
mundial, produce disminución de la capacidad auditiva permanente y daño
cardiovascular, entre otros efectos; Vibraciones, que producen las algias cuando son de
cuerpo completo y el túnel carpiano cuando son en las manos; Radiaciones,
que cuando son ionizantes producen desde quemaduras hasta cáncer; Temperaturas
extremas, cuando son por calor, se puede presentar fatiga crónica,
calambres por falta de agua y sales , daños circulatorios y musculares y hasta
la muerte; Falta de ventilación, recordemos que la falta de oxígeno
puede llevar a enfermedades respiratorias, alérgicas y agotamiento, y en casos
extremos a la muerte; Fallas de iluminación, que pueden ser causa de
fatiga ocular, cansancio, dolor de cabeza, estrés, disergonomías y accidentes.
Peligros químicos,
que pueden ser: Tóxicos, como el plomo, que produce plumbiosis y el
mercurio, que produce hidrargirismo, son ejemplos de impacto también sobre la
salud pública; Asfixiantes, como el monóxido de carbono (CO) que forma
carbohexihemoglobina, porque la hemoglobina lo prefiere 300 veces más que al
oxígeno; Irritantes, como el Sulfuro de hidrógeno (H2S) que irrita las
mucosas y genera en las vías respiratorias una inflación que impide el paso del
aire; Neumoconióticos, que generan en los trabajadores de empresas textiles,
de la confección, cementeras y minas una
enfermedad que si el médico no tiene experticia la confunde con las
neumoconiosis comunes; Neurológicos, que incluye a los plaguicidas, BTX,
tetracloroetileno, PCB y el Fluor entre otros, de una gran larga lista de
sustancias químicas; Disruptores endocrinos, que comprende a cientos de
sustancias que interrumpen la acción de
las hormonas, lo que compromete la huella genética, como Bisfenol A, ftalatos,
el grupo alquilfenos y los organoclorados.
Peligros biológicos,
como: Bacterias, que adoptan forma de esferas (cocos), barras (bacilos),
filamentos curvados (vibrios) y helicoidales (espirilos y espiroquetas), aunque
debemos aclarar que no todas las bacterias son dañinas a la salud; Virus,
que son microorganismos que se reproducen colonizando células, en las que usan
su sistema reproductivo. El SARS-CoV-2 es uno de los miles millones existentes;
Otros microorganismos, como los hongos, aunque algunos de los cuales son
beneficiosos, y los parásitos.
Disergonomías y
factores psicosociales. Disergonomías o condiciones disergonómicas
son la primera causa de morbilidad laboral en cualquier país, son las que nos llevan a las
enfermedades musculoesqueléticas por posturas, carga física, diseños
inadecuados, etc. Factores psicosociales, que producen ansiedad, fatiga,
cefalea, ulceras, enfermedades cardiovasculares, trastornos
musculoesqueléticos, estrés laboral, Síndrome de Burnout, agresividad, etc.
Peligros mecánicos,
que son los relacionados con una transferencia de energía, que puede
recibir el cuerpo o ser entregada por el cuerpo, y que se concreta en un
accidente. Los peligros mecánicos que son muy variados conducen a los
accidentes de trabajo, el resto de los peligros conducen a las enfermedades
ocupacionales, aunque algunos pueden producir tanto accidentes como a
enfermedades, dependiendo de su concentración si se trata de agentes químicos o
de su nivel si se trata de agentes físicos.
La lista de peligros mecánicos puede ser tan larga como
objetos, condiciones, ambientes, procesos, procedimientos, etc. existan en una
empresa. Por ejemplo, en el caso de minas, en El Callao, no debería haber gases
tóxicos como es el grisú (metano)que es típico de las minas de carbón, sin
embargo, cuando la mina pasa años abandonada, como ocurrió en la mina de El
Perú, cuando investigamos el fallecimiento de tres trabajadores, llegamos a la
conclusión que el gas responsable de la muerte de esos compatriotas pudo haber
sido el metano, aunque también pudo haber sido H2S, generado por las bacterias que procesaron
los desechos dejados allí, desde resto de comidas, heces fecales, maderas y
demás materiales.
En esa lista de peligros mecánicos caben, por ejemplo:
derrumbes de las paredes y techos por falta o mal apuntalamiento y hasta por
las explosiones internas, cuando se emplea dinamita, caídas de materiales,
caídas en el mismo nivel y caídas al vacío, atrapamiento por maquinarias y
equipos en movimiento, inundaciones, electrocución por mala disposición de
conductores, presencia de insectos y animales ponzoñosos. Pero quizás el mayor
de los peligros es la mala gestión de los peligros, amenazas y riesgos por
parte de la dirección de la empresa, que aunado a la inexistencia de un
movimiento de los trabajadores responsables, constituye una bomba de tiempo
contra la vida y la salud del trabajador minero.
A ello se puede agregar que las instancias relacionadas con
el desarrollo de la minería responsable en Venezuela tiene una mínima relación
con el tema de la vida y la salud del trabajador de las minas, y eso se
comprueba visitando la página web del Ministerio del Poder Popular del
Desarrollo Minero Ecológico, donde apenas aparece un cuadernillo sobre salud,
tocando dos temas, el paludismo y el mercurio, cuando la lista que hemos
enunciado arriba es bien larga. Por su parte, la instancia gubernamental, el
INPSASEL creado por la Ley Orgánica de
Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT) para aplicar el
precepto constitucional de ser garantes de la seguridad, higiene y ambiente de
los trabajadores y trabajadoras de nuestro país, está lejos de cumplir con lo
que la ley les establece por falta de funcionarios y recursos en el tema de los
trabajadores de esos sitios apartados donde se suelen dar las explotaciones
mineras.
LOS PELIGROS PARA LA NATURALEZA
Así como las gentes que trabajan en las minas estás desguarnecidas de las instancias que deben velar porque las empresas cumplan con las normativas de seguridad y salud en el trabajo, a la naturaleza, eso que la gente llama "medio ambiente" se le igual. La Guardería Ambiental del ministerio correspondiente no tiene en sus archivos los Estudios de Impacto Ambiental, que por ley, deben presentar las empresas mineras antes de iniciar operaciones, eso con las legales, pero la cosa se complica con la explotación ilegal, en especial de oro y otros materiales de interés industrial alrededor del mundo.
En el caso del territorio guayanés, desde el Orinoco hasta el el Esequibo, los efectos de la minería ilegal van más allá de la destrucción de sitios específicos, porque la deforestación y la remoción de los suelos va a influir entre otras variables en la meteorología de la región, porque se alteran los ciclos de lluvias, hay menos precipitaciones a lo largo del año, y las que ocurren mueven tal cantidad de agua que por falta de vegetación no puede ser retenida, generándose entonces inundaciones y arrastre del material removido y todos los efectos relacionados con el fenómeno ambiental, pero hay uno digno de destacarse a mediano y largo plazo: disminución de agua para turbinar, es decir, producir energía eléctrica en Guri, Caruachi y Macagua, a la que hay que agregar Tocoma, que aún no está produciendo electricidad.
De manera tal que en la búsqueda de oro, no solo se produce la destrucción de la selva amazónica, ya bien amenazada desde Bolívia hasta nuestro país, que tendría graves efectos en el clima mundial, sino que además el impacto sobre la producción de energía en nuestro país sería por lo demás bien grave. Ya lo vivimos en el 2016 como consecuencia de el Fenómeno Climático El Niño, que amenaza nuevamente dejar al país sin electricidad de repetirse su intensidad entre 2024 y 2026.
REFLEXIÓN FINAL
Los peligros para la salud y la vida deben ser reconocidos e
informados al personal que se expone a los mismos, así lo exige la LOPCYMAT.
Esa ley establece como delito a ser penalizado con prisión, la muerte de
trabajadores o su discapacidad, a consecuencia tanto por accidentes de trabajo o enfermedades
ocupacionales, si la causa de tales situaciones es producto de la violación,
por parte del empleador, de las normas de seguridad e higiene laborales. En
ocasiones quien resulta responsable es el supervisor, porque la empresa es algo
intangible, el tangible es la persona que está al frente de una obra o una
operación donde se presenta una situación de esta naturaleza.
Son muchas las razones para tener que conocer de estos temas
de seguridad y salud en el trabajo. Pienso que la primera es la autoprotección,
saber a qué nos vamos a exponer, cuáles son los efectos, cómo debemos
protegernos, pero si además de eso, somos supervisores o estamos en la escalera
de control y dirección, debemos cuidar la vida y la salud de las personas bajo
nuestra supervisión, porque igualmente, si se presentan situaciones de
inseguridad e insalubridad laboral y no las reportamos ante la cadena de mando,
terminan siendo los responsables ante la ley, sujetos de aplicación de las
sanciones correspondientes, de ocurrir accidentes fatales, muy graves o
enfermedades ocupacionales.
Por eso en todas las carreras universitarias debe dejar de carecerse de una unidad, componente, o mejor, de una materia, que explique al futuro o futura profesional los peligros y sus efectos sobre la salud y la vida, y su rol ante las exigencias legales relacionados con los aspectos civiles y penales de lo que implica la seguridad y salud en el trabajo. También es indispensable que los y las estudiantes conozcan los peligros para la naturaleza y para la sociedad venezolana relacionados con los procesos de producción, conozcan de los peligros de los procesos de trabajo en general, y en este caso, de la minería en particular.
REFERENCIAS
Agricola,G (1556). De
Re Metallica, trans. por Hoover & Hoover, Londres, The mining magazine.
Salisbury House, London, E.C., 1912, libro VI, p. 214
De Las Casas, B.
(1552). Brevísima Relación de la destrucción de las Indias. Libro en línea.
Galeano, E. (1971). Las venas abiertas de América Latina.
Libro en línea.
Ministerio del Poder Popular del Desarrollo Minero
Ecológico. Cultura minera venezolana. Disponible en http://www.desarrollominero.gob.ve/cultura-minera-en-venezuela/
Montoya, J. (2022) Circulación y apropiación de saberes
mineros entre América y Europa: Los arbitrios del capitán Martín de Ocampo,
1605-1625. Varia Historia, 38(78) Sep-Dec 2022. Disponible en https://doi.org/10.1590/0104-87752022000300007
Morton, G. (1996). Subterranean Mining and Religion in
Ancient Man. Evolution – Octuber 1966. Disponible en https://www.asa3.org/archive/evolution/199610/0061.html
Paracelso. (1567). De los oficios y enfermedades de la
montaña. Libro en línea
Spencer (2023). The Historic & Cultural Importance of the Haws Nets Tunnel Disaster. Professional Safety Journal. February 2023, pp 42 -47. Disponible en https://www.assp.org/docs/default-source/psj-articles/vpspencer_0223.pdf?sfvrsn=afa39647_0
Venezuela. Reglamento de las Condiciones de Higiene y Seguridad en el Trabajo. Gaceta Oficial Nº 1.631 Extraordinario de fecha 31 de diciembre de 1973
Venezuela. Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo. Gaceta Oficial N° 38.236 de fecha 26 de julio de 2005
Comentarios
Publicar un comentario