PELIGROS, RIESGOS Y AMENAZAS DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

 

Por Eric Omaña

PELIGROS, RIESGOS Y AMENAZAS DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

INTRODUCCIÓN

El trabajo humano fue realizado por las familias primitivas para satisfacer sus necesidades de vivienda y alimentación hasta que comenzó la revolución industrial en Europa, hace poco más de 200 años, y lanzó por la borda ese modo de vida autosustentado. En la literatura hay numerosos ejemplos de lo anterior, como el reporte de Louis-René Villermé (1782-1863), médico y estadístico, citado por Lafargue, quien escribió en 1840 “Cuadro del estado físico y moral de los trabajadores de las fábricas de algodón, lana y seda”.

En su informe,  Villarmé observó que en la región de Alsacia (Francia), los pobladores poseían casi todos una casa y muchas veces un pequeño campo en 1813, cuando empezaba a nacer la industria mecánica moderna, y que 25 años más tarde, el modo de vida autosustentado había desaparecido, ante el silbido de las máquinas, que obligaba a las familias proletarias a vivir hacinadas en deplorables condiciones sanitarias pagando elevados precio de alquiler, laborando de 12 a 14 horas diarias, y trabajando todos, hombres mujeres y niños. La esclavitud moderna, señalan los padres del marxismo.

La revolución industrial fue un hito que cambió el curso de la historia. Desde entonces, mucha agua ha pasado bajo el puente histórico, y otros acontecimientos han venido a dar otras varientes a ese curso.

En la actualidad nos encontramos ante un hecho que sin duda cambiará la vida en el planeta: la llamada “Inteligencia Artificial”, IA en adelante, que viene a dar respuesta al sueño de Lafargue estampado en su folleto de 1880 “El derecho a la pereza”, como una continuidad de la propuesta de Aristóteles, citado por Lafargue:

“si todo instrumento pudiera ejecutar por sí solo su propia función, moviéndose por sí mismo, como las cabezas de Dédalo o los trípodes de Vulcano, que se dedicaban espontáneamente a su trabajo sagrado; si, por ejemplo, los husos de los tejedores tejieran por sí solos, ni el maestro tendría necesidad de ayudantes, ni el patrono de esclavos”

Y hacia eso apuntaban las máquinas robotizadas, a las cuales la IA ha venido a darle vida. Pero, el gran pero, es que en vez de darnos todo el tiempo del mundo para dedicarnos al ocio recreativo, como pensaba Lafargue, lo que se está sucediendo es que la especie humana está siendo expuesta al riesgo de la sobrevivencia de gran una parte de ella, porción que se irá incrementado hasta ser la gran mayoría. En esa dirección voy a traer algunos textos para validar esa hipótesis.

EL DESEMPLEO Y EL SALARIO

La eliminación del trabajo humano, con la introducción de máquinas y tecnologías no es nada nuevo. Recuérdese que la primera insurrección proletaria, en los primeros años de la revolución industrial, llamada Rebelión de los Luditas (1811-1816), fue en respuesta a la introducción de máquinas más eficientes (y más peligrosas) en la industria textil británica, porque generaban desempleo. Es reconocido que en Inglaterra el telar de vapor arrojó a 800.000 de tejedores y tejedoras a la calle, condenándolos a la muerte o a vegetar largos años con sus familias, viviendo de la caridad pública. El capital siempre en la búsqueda de la máxima ganancia, sin importar la vida humana, no hay manera de cambiarlo, solo destruirlo.

En nuestro caso, he observado cómo en menos de 40 años se ha producida la deshumanización del trabajo bancario. Toda esa red de operadores de la base del sistema financiero ha desaparecido. Hoy nos entendemos con una grabadora y las sedes bancarias cada vez son menos. Pero es sólo un ejemplo. Al desaparecer el trabajo humano, todo lo relacionado al pago de la seguridad social, cumplimiento de la jornada de trabajo, seguridad e higiene en el puesto de trabajo, el salario, las vacaciones, el contrato laboral, indemnizaciones, los exámenes médicos periódicos, las cajas de ahorro, etc. desaparecen, y en consecuencia desaparecen hasta las personas encargadas de las relaciones laborales o de llevar los juicios por parte de las empresas, ante las querellas de índole laboral.

Giecco (2022) cita dos economistas de la universidad de Oxford, Carl Benedikt Frey y Michael Osborne, para quienes el cambio tecnológico traerá consigo un posible impacto sobre 702 ocupaciones. En Estados Unidos, el 47% del empleo total tendría modificaciones, en Reino Unido serán 15 millones de puestos de trabajo afectados, y en estadísticas del Instituto Global McKinsey, 375 millones de trabajadores, calculados en el 14% de los trabajadores del mundo, necesitarán cambiar hacia nuevas ocupaciones laborales.

En pocos años, el número de personas desplazadas de sus puestos de trabajo, oscilará entre 400 y 800 millones de trabajadores y trabajadoras. Si partimos que la fuerza de trabajo del planeta es de 3.300 millones de personas, estamos hablando de entre 12 y 24 % de esa población, toda una catástrofe.

Ultreras et al (2025) menciona estudios donde se habla del riesgo de la automatización para los trabajadores menos calificados, por ser los más vulnerables, citando a Minian y Martínez (2018) reportan que el 63% del empleo total y el 64,5% del empleo manufacturero en México estaba en riesgo de ser automatizado, cifras que coinciden con lo reportado por el Banco de México.

En adición a la pérdida del empleo, quienes vayan sobreviviendo laboralmente, es decir, continuaran con empleo, lo harán con disminuciones apreciables del salario, como observaron Ripani, Soler, Kugler, Kugler, & Rodimiro (2020), citado por Granados (2023), estudiando las estadísticas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID): “Los robots incorporados en Estados Unidos produjeron un efecto negativo en el empleo en Brasil (-0,137%) y Colombia (-0,14%), así como una reducción en los salarios (-9,41% en Brasil y -1,8% en Colombia) entre 2011 y 2016”.

El desempleo y menores salarios de las grandes mayorías serán el caldo de cultivo de futuras insurrecciones, para las cuales sin duda se preparan desde ya las fuerzas del capital, usando parte de las personas que quedaran desempleadas para armar ejércitos cuya función no será la defensa de las naciones, sino para dar rienda a ese viejo aforismo francés que dice que el Código Civil lo inventaron los ricos para robar a los pobres, y el Código Penal, también lo inventaron los ricos, pero para impedir que los pobres los roben.

LA FANTASÍA DE LA IA

Las vías que se usan para vendernos el nuevo espejito, son varias. En nuestra disciplina de la Seguridad y Salud en el Trabajo, con la introducción de los robots, que incrementaron la producción de consumibles, se explotó el hecho que de esa manera los trabajadores no tenían que exponerse a condiciones peligrosas, pero aún siguen ocurriendo accidentes gravísimos con robots.

Según el informe World Robotics de la International Federation of Robotics (IFR), en 2023, había más de 4 millones de robots industriales en operación en fábricas de todo el mundo y 250.000 en el área de los servicios, con crecimiento inter-anual del 7%. La República Popular de China, se ha convertido en el país con el mayor número de robots industriales. Para el año 2012 tenía el 12% del total mundial de este tipo de robots, diez años más tarde alcanzó el 52% (IFR, 2023). Datos curiosos, pensándolo desde la perspectiva del desempleo, con la visión milenaria de los chinos, no debe darse el problema como en el occidente global, por venir China de ser un país donde se mantuvo a millones de personas en la pobreza extrema, hasta que en años recientes optaron por programas que acabaron con esa pobreza.

Pero en el mundo occidental, al que pertenece la cultura dominante en nuestro país, las aparentes bondades de la automatización, inicialmente, y ahora con la inteligencia artificial, traen consigo impactos negativos en la salud mental, estos relacionados con el desempleo, la incertidumbre y la ansiedad laboral. La realidad nos ha ubicado en un escenario que conduce a la supervivencia del más apto cognitivamente, es decir, a quienes se están especializando en el área, desarrollando las competencias, como decimos en el argot académico.

La afectación en el empleo y el salario no sería solamente de los trabajadores y trabajadores con menos calificación, sino que profesiones universitarias que se ejecutan a través del cálculo, de todo tipo están en riesgo o ya están siendo suplantados por una máquina, en un largo listado, para mencionar algunas profesiones caen: los reporteros, periodistas y analistas de noticias, alimentadores y procesadores de datos, tele-operadores, cajeros y agentes de seguros, matemáticos y estadísticos, asesores fiscales, contables y analistas financieros, trabajadores administrativos, secretarios, y traductores. La lista se pierde de vista.

No todo es malo. Una parte de la población sin duda se adaptará a los nuevos sistemas, porque tendrá cabida en los mismos, tendrán mejores salarios y podrá ser competitivos en ese mundo que nos depara un progreso que cada vez más nos conduce al final del camino, donde el capital requerirá que la población mundial no solamente no siga creciendo, sino que, en lo más mediato posible, desaparezca una gran parte de ella, por temas como la guerra entre las “pequeñas” potencias como Pakistan-India o Iran-Israel, o por la crisis global civilizatoria y ambiental.

Sin duda alguna, la IA trae consigo lo que se desea de todo proceso, eficacia y eficiencia, que redunda en ahorro de las empresas, mayor productividad y aumento de la velocidad de reproducción de capital, pero el precio no está siendo considerado por quienes están obnubilados por los espejitos. De allí que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) haya dedicado este año al tema de la IA, pero destacando las “ventajas” de la IA y minimizando de sus impactos en el empleo, en el salario y en la vida misma de las sociedades humanas.

CONCLUSIONES

Parafraseando a Giecco (2022), esta época post industrial, que apenas se inicia, está caracterizada por el ascenso del conocimiento informático, el reemplazo del trabajo manual, tanto calificado (la ingeniería y las matemáticas) como los no calificados, en el marco del ocio forzado, no como la planteaba Lafargue en 1888, y consuetudinariamente, la desaparición de la clase obrera tradicional, de la fábrica como punto central del círculo de las luchas sociales. Pero sin duda otras formas de lucha sobrevendrán, será la continuidad de la lucha entre los explotadores y las explotados, por otros medios.

El auge de las tareas no canceladas por las empresas, las ausencias de una seguridad social, que en los estados que no remen hacia el socialismo, como intenta hacerlo nuestro país, no tendrá quien la sostenga, todo ello afectará, ya lo está haciendo con el teletrabajo, que nosotros no terminamos de regular como si lo han hecho algunos otros países.

En definitiva, lo que parece estar ocurriendo es una forma nueva del capitalismo, que siempre que entra en crisis se reformatea, ya que está pasando de un modelo basado en la fábrica y el lugar de trabajo colectivo, a otro nivel, basado en la acumulación del conocimiento colectivo usando la internet; eso no es más que un cambio del trabajo material a trabajo inmaterial.

Pensar que en pocos años se dará el sueño de Lafargue, y el esfuerzo humano será innecesario, porque nos espera una sociedad de la superabundancia y el ocio, es tan ingenuo como la historia de la conquista del continente americano, cuando los europeos llegaron con sus biblias a las tierras de los pueblos originales, y tras una larga noche de saqueo y destrucción, al despertar las gentes, los europeos tenían las tierras y los pueblos originales, las biblias. La ingenuidad tiene su fin.

REFERENCIAS

 

Giecco, Marcelo. (2022). Capitalismo y automatización ¿Un mundo de robots? Revista Socialismo o Barbarie. 33/34. https://izquierdaweb.com/bibliografia-robotizacion/

Granados Ferreira, Jackeline. (2023). El impacto de la inteligencia artificial en los trabajadores despedidos por automatización de servicios. Revista CES Derecho14(3), 62-81. Epub December 07, 2023. https://doi.org/10.21615/cesder.7416

·         Lafargue, Paul (1880). El derecho a la pereza. Colección Socialismo y Libertad. https://proletarios.org/books/Lafargue-Derecho_a_la_pereza.pdf

·         Organización Internacional del Trabajo (OIT). Revolucionar la salud y la seguridad: el papel de la IA y la digitalización en el trabajo. Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo 2025. https://www.ilo.org/es/meetings-and-events/dia-mundial-de-la-seguridad-y-la-salud-en-el-trabajo-2025

·         Ultreras-Rodríguez, Andrés, Paz-Rosales, María Teresa de Jesús De La, Santana-Alaniz, José David, & Ramírez-Ortega, Alfredo Guadalupe. (2025). Inteligencia artificial y su impacto en la automatización del trabajo en México. Revista Arbitrada Interdisciplinaria Koinonía, 10(19), 4-25. Epub 20 de marzo de 2025. https://doi.org/10.35381/r.k.v10i19.4364

·         World Robotics (2023). IFR (Internactional Federation of Robotics). [Presentación en power point]. https://ifr.org/img/worldrobotics/2023_WR_extended_version.pdf

 

 


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