LA CIRCULACIÓN DE LOS NUTRIENTES DEL SUELO, EL NUDO DEL PROBLEMA ALIMENTICIO



Por Eric Omaña                                                                                                                                



INTRODUCCIÓN

Se estima que hace unos 20.000 años, los primeros colectivos humanos comenzaron a sembrar las semillas que recolectaban, al principio sin ejecutar lo que se llama la “domesticación” de la planta, es decir, sin realizar ese proceso de mejora natural que permitió obtener los frutos que conocemos hoy en día, siendo el maíz, el arroz y el trigo, parte de los primeros productos domesticados, no los únicos. Quizás el maíz es el más antiguo, realizado por los americanos originales obtenido del teosinte silvestre, seguido del arroz, realizado en la China actual y el trigo en la actual India, coincidencialmente hace unos hace unos 10.000 años, aproximadamente, en esas tres regiones.

Las técnicas agrícolas originales fueron relativamente similares en esos pueblos tan distantes, el desarrollo del arado y de obras hidráulicas, dieron la pauta de la producción de alimentos para poblaciones cada vez mayores. La represa hitita de Gölpınar, en Anatolia (Turkiye) data de hace 3.000 años, es la más antigua de las conocidas que aún funciona, aunque los egipcios fueron los primeros en construir una represa, hace unos 4.800 años, llamada Sad El-Kafara ubicada a 30 kilómetros del sur del Cairo, medía 14 metros de altura y tenía una longitud de entre 80 y 100 metros. En China la represa más antigua, que aún funciona, es la llamada Dujiangyan, construida hace 2.200 años.

Los pueblos americanos originales (no indios, porque estos viven en la India) desarrollaron lo que podemos llamar un 3x1, al sembrar juntos las plantas de maíz, frijoles trepadores (como la caraota)  y auyamas (calabazas), las que se entreayudan de una manera interesante, técnica aún muy practicada en el conuco venezolano. El maíz pone la estructura para que los frijoles puedan trepar, eliminando así la necesidad de estacas; los frijoles proporcionan nitrógeno al suelo, lo que beneficia a las demás plantas y combate la acidez que genera el maíz; y las auyamas o calabazas se propagan por el suelo, en un crecimiento llamado rizomático, que bloquea la luz del sol, reteniendo así humedad y frenando el crecimiento de malezas no deseadas.

Durante miles de años, la agricultura había sido ecológica, no se usaron los fertilizantes sintéticos, aunque poco a poco se fue advirtiendo del aumento de la productividad usando el excremento del ganado, tampoco se usaban los pesticidas y mucho menos los organismos genéticamente modificados, además los productores del campo aplicaban lo que se llama el barbecho, que consiste en no cultivar terrenos por un determinado tiempo para permitir que los suelos se puedan recuperar, técnica que aún usan los pueblos amazónicos.

Pero hace 200 años todo eso cambió, en un proceso llamado paradójicamente la "segunda revolución agrícola''  con la llegada de la agricultura química, el abandono del barbecho y la extracción de los nutrientes del suelo, como si de mineros explotando los suelos se tratara, en vez de agricultores, en especial del fósforo cuya amenaza para la producción de alimentos ya la traté en  este blog en el sitio https://naturaytrabajo.blogspot.com/2021/03/se-agotan-los-nutrientes-del-suelo.html por eso en esta nota escribiré muy poco de tan importante nutriente, el cual, una vez separado de su compartimiento natural, el suelo, mas nunca vuelve a él.

 EL CICLO DE LOS NUTRIENTES

En la naturaleza todo está en movimiento, de hecho vivimos en un planeta en constante movimiento, no solo por su rotación sobre un eje imaginario o su traslación en una órbita elíptica alrededor del Sol, sino internamente, siendo los movimientos telúricos un ejemplo de ello. Así los nutrientes del suelo, que permiten a las plantas crear masa, presentan ciclos que se denominan bio-geo-químicos porque el movimiento de todos los materiales tienen presencia en los seres vivos, al morir estos los nutrientes vuelven al suelo, donde el agua y el aire los movilizarán, y en ese proceso participaran en reacciones químicas muy diversas, que dependerán de las variables climatológicas, en especial de la temperatura, la humedad y la presión.

Para darnos una idea del ciclo de los nutrientes veamos el ejemplo del nitrógeno, el cual ocupa el 78% de la atmósfera y está presente en todos los seres vivos, en el caso de los humanos en un 3% de su anatomía. Su estado natural es gaseoso, pero los científicos encontraron como imitar a las plantas y llevar el gas a los estados líquido y sólido, siendo en el estado liquido, donde tiene mayor aplicación industrial.

 El nitrógeno atmosférico es fijado desde el aire por bacterias del suelo, llamadas nitrosomonas y nitrobacter, también es fijado desde el suelo por la acción de los descomponedores de seres muertos (animales y vegetales) y otros procesos similares, luego las raíces de las plantas se encargan de procesarlo para el crecimiento de las plantas, algunas con mayor capacidad de fijación, como la caraota, o árboles como el chachafruto. Es maravilloso pensar en el reactor bioquímico que hay en la raíz de cada planta.

Solo algunas especies de bacterias, algas azules y hongos actinomicetos pueden usar el nitrógeno atmosférico para construir sus propias proteínas,  liberando el exceso en forma de amoníaco o como ión amonio, en un proceso llamado amonificación. Los demás seres vivos no pueden. Otras bacterias convierten el amoníaco y al ión de amonio en nitrito en un proceso denominado nitrificación. El nitrito es tóxico para muchas plantas, pero no se acumula,  otras bacterias lo oxidan a nitrato.

Aunque las plantas pueden utilizar el amonio directamente, el nitrato es la forma en la cual mayor parte del nitrógeno entra por las raíces, liberando energía. Una vez que el nitrato se incorpora a las células vegetales, se reduce de nuevo a amonio. En contraste con la nitrificación, este proceso requiere energía. Toda la energía requerida proviene del Sol. Los iones de amonio que se forman de esta manera se transfieren a sustancias que contienen carbono y producen aminoácidos y otros compuestos orgánicos nitrogenados

Desde el suelo por escorrentía, el elemento nitrógeno y sus compuestos llegaran a los cuerpos de agua, una parte irá al fondo marino y otra parte volverá a la atmósfera, formando parte del ciclo del agua, específicamente en su etapa de evaporación desde los cuerpos de agua. Es la misma movilización que sufrirán otros nutrientes, aunque en el caso del fósforo, su depositorio va a ser el fondo de los cuerpos de agua.

El nitrógeno realiza un importante aporte para el medio ambiente: sin este elemento no sería posible la vida sobre la tierra, con él, las bacterias realizan un complejo proceso donde el nitrógeno queda depositado en las plantas para luego ser ingeridas por los animales. En otras palabras, sin la presencia del nitrógeno las bacterias no podrían convertir el suelo en base fértil para las plantas. Por esta razón se considera que el nitrógeno interviene en el ciclo vital del ecosistema.

Pero desde que comenzó el abono artificial de los suelos se inició la destrucción de los complejos ecosistemas que se encargan de fijar nitrógeno y contribuir a formar biomasa, porque los compuestos de este elemento incorporados artificialmente al suelo, no puede ser procesado por las bacterias, ni por los descomponedores, y obviamente todos mueren y los suelos se hacen dependientes, como los drogadictos.

La introducción de variedades de compuestos de nitrógeno, fósforo, potasio, entre otros, en especial de los fertilizantes comerciales conocidos por sus siglas NPK, causa la inutilización de los suelo, la mayor parte del fertilizante no es absorbida por las raíces de las plantas, pero si removida por las escorrentías culminando en los cuerpos de agua, allí el exceso de nutrientes causa un crecimiento excesivo de la flora acuática, a tal punto que impide la penetración de la luz solar necesaria para que el microplanctón o microfitoplanctos pueda realizar sus ciclos vitales, produciendo la muerte de la cadena alimentaria, generándose así un proceso llamado eutrificación.

En nuestro país, el ejemplo más significativo de eutrificación se puede apreciar en la Laguna de Taiguaiguay, ubicada en  la carretera nacional Cagua - La Villa del estado Aragua, donde convergen las aguas con exceso de nutrientes de esa región. En 2012, Espinosa, C.; Márquez, K. & Rodríguez, evaluaron el riesgo de eutrofización del embalse Monaicito-Piedra Azul, estado Trujillo, concluyendo que era un riesgo significativo de valor -2; entre sus recomendaciones refiero la siguiente, que es valedera para todo el país: se debe crear leyes que permitan el control y la restricción de actividades agropecuarias en la hoya hidrográfica del embalse, en especial de los desarrollos agropecuarios asentados, conducente a implantar el adecuado manejo de los desechos, que incluya la remoción de nutrientes nitrógeno y fósforo de los efluentes líquidos, o el reuso de los mismo mediante la implementación de sistemas integrados.

Pero el exceso de nutrientes no sólo afecta la vida en los cuerpos de agua, también impacta directamente a los humanos. Eso se determinó bien temprano, en Illinois (EE.UU.) la aplicación de fertilizantes nitrogenados pasó de cero en 1945 a 160 Kg/Ha cultivada de cereales en 1974, superándose en los ríos los valores permisibles establecidos por el Servicio de Salud Pública (Omaña, 2011), reportándose numerosos casos de metahemoglobinemia, sobre todo en la población infantil por la presencia estos compuestos en las aguas de consumo humano. Ya para 1971, la OMS recomendaba, como valores que no se debe ni puede superarse en el agua potable,  45 mg/l para el nitrato y 3 mg/l para el nitrito.

La metahemoglobinemia es como la carbohexoglobinemia que estudiamos los higienistas y toxicólogos ocupacionales por exposición a monóxido de carbono, tiene relación con el transporte del óxigeno, que en ambos casos queda bloquedo, llegando a las células los compuestos no deseados, intoxicando al organismo. En el caso de la metahemoglobinemia la piel toma un color azulado, más notado en personas de piel clara, por eso hablan de “niños azules”, pero hay una variedad de síntomas como: dolor de cabeza, mareo, estado mental alterado, fatiga, dificultad respiratoria y falta de energía

Pero la metahemoglobinemia no es la única consecuencia del consumo de  los compuestos nitrogenados, a ello debe agregarse que: disminuyen el trasporte del oxígeno en la sangre, relentizan el funcionamiento de la glándula tiroidea, no permite la fijación correcta de la vitamina A, fomentan la producción de una sustancia llamada nitrosamina, responsable de la mutación de las células, asociada al desarrollo del cáncer, y se ha estudiado la disfunción de la glándula tiroidea por los nitratos presentes en el agua de consumo humano (Donoso y Cortes, 2018).

La paradoja es que el nitrógeno, al igual que los demás nutrientes que fueron utilizados por las plantas para generar la biomasa que consumimos directamente o indirecta, a través del consumo de carnes, forma parte de los nutrientes removidos del suelo con los alimentos que llegan a las ciudades y allí convertido en la contaminación formando parte de aguas residuales.

 EL DAÑO Y SUS RESPUESTAS

Autores como Bellami Foster (2000) estiman que el filósofo griego Epicuro (-341 a -270) en su obra “Sobre la naturaleza” sentó las bases de lo que cientos de años después se va a conocer como Ecología, y que autores como Bacon, Charles Darwin y Carl Marx, van a utilizar para las diferentes concepciones científicas que desarrollaron.

Se considera que Francis Bacon (1561-1626), fue el primero en introducir la lógica al método inductivo para adquirir conocimientos. Bacon planteaba que para obtener conocimiento es imprescindible observar la naturaleza, reunir datos particulares y hacer generalizaciones a partir de ellos; veía a la naturaleza como un sistema cerrado que actúa por sí mismo, y del cual nada se puede inferir de Dios.

El común de nosotros ha oído hablar más de Darwin y de Marx. Charles Darwin (1809 –1882) postuló que todas las especies de seres vivos vienen de un antepasado común y que han evolucionado con el pasar del tiempo en un proceso que él denominó de selección natural. La idea de un Dios creador quedó totalmente desechada, pero Darwin no se adentró en posiciones filosóficas de este tipo.

Corresponderá Carlos Marx (1818-1883) ubicar el tema del daño que sufre la naturaleza a consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas que desató el capitalismo. Célebre es su frase donde deja ver la paradoja que genera el capital al haber dado inicio al doble proceso de destrucción de la naturaleza y destrucción de la vida del trabajador, que son, naturaleza y trabajadores, las dos fuentes de riqueza de los capitalistas (Marx, 1867).

Como se indicó al principio, el daño se hizo más evidente cuando el capitalismo europeo vio el fruto de los alquimistas modernos, que estaban buscando con mucha anterioridad cómo hacer para tener mayor producción del campo, es decir, aumentar la biomasa, porque entre otras cosas confrontaban el problema de alimentar a las poblaciones que había sido expulsadas de la tierra, convertidas estas ahora en asentamientos de rebaños de ovejas y sus respectivos pastizales, mientras que las gentes fueron convertidas en asalariados, sin otro propiedad que su fuerza de trabajo.

Hubo varios aportes, pero sin duda el más grande fue el del gran químico agrícola alemán Justus van Liebig (1803-1873), considerado el fundador de la química agrícola, quien en su obra “La química orgánica en su aplicación a la agricultura y la fisiología” de 1840, describió el estado de los conocimientos agrícolas dominantes para la época, cuando aún se desconocían las propiedades químicas de los suelo y tampoco se sabía cómo se producía la nutrición de las plantas, entre esos conocimiento previos se destacaba el papel del estiércol (es la época del guano, que incluso, gracias a la voracidad y sagacidad de Inglaterra causó una guerra entre Chile, Perú y Bolivia, en la cual este país, perdió su salida al mar y Perú los extensos territorios de Arica) y la "latente potencia" de la tierra o suelo.

Liebig describió acertadamente el ciclo de nitrógeno y propuso el fertilizante sintético a base de nitrógeno, proporcionando así la primera explicación convincente del papel que desempeñaban los nutrientes del suelo, tales como el nitrógeno, el fósforo y el potasio (NPK), en el crecimiento de las plantas.

Paralelamente a Liebig,  el inglés J. B. Lawes, un terrateniente muy rico y agrónomo, inventó el medio de hacer el fosfato soluble, lo que le permitió desarrollar el primer fertilizante agrícola, e incluso iniciar la producción industrial de los nuevos “superfosfatos”.

No obstante su invento, Justus Von Liebig se pronunció contra el desgaste de los suelos, al criticar el sistema de producción que expolia el suelo, es decir, retira del mismo los nutrientes, empobreciendo el suelo, y así disminuyendo su capacidad de generar más biomasa, para él la agricultura debía ser racional, y proponía que “se debe devolver a los campos las condiciones de su fertilidad, para que así  el agricultor asegure la permanencia de sus cultivos”.

Rudolf Steiner llamó a desarrollar una agricultura sin pesticidas sintéticos, y su «Curso de agricultura» de 1924 sentó las bases para la agricultura biodinámica. Lord Northbourne desarrolló estas ideas y presentó su manifiesto de agricultura ecológica en 1940. Esto se convirtió en un movimiento mundial, y ahora la agricultura ecológica es practicada por mucha gente en muchos  los países.

La “Vía Campesina” es un ejemplo de ello. Es una agrupación internacional que reune a 182 organizaciones de 82 países, Venezuela entre ellos, y a 200 millones de campesinos en todo el planeta. Se formó a partir del movimiento campesino de Nicaragua en 1992, con actividades organizadas por la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y tuvo su primera conferencia internacional en Mons, Bélgica, donde se conformó  la Coordinación Europea de la Vía Campesina (ECVC, por sus siglas en inglés). Hasta ahora llevan 8 conferencias internacionales. Recomiendo su portal: https://viacampesina.org/es/ Esta organización que no cuenta con el apoyo de ninguna agencia internacional tendrá su 8va Conferencia Internacional,  del 1 al 8 de diciembre de 2023 en Bogotá, Colombia. Y es un claro ejemplo de la respuesta que los pueblos, con su organización, lenta pero sostenida vienen dando al nudo del problema, la circulación de los nutrientes.

REFERENCIAS

Bellami Foster, J. (2000). La ecología de Marx. Disponible en https://radiozapatistasud.files.wordpress.com/2011/11/bellamy-foster-john-la-ecologc3ada-de-marx.pdf

Donoso M., Rodrigo, & Cortés A., Sandra. (2018). Exposición a nitratos en agua y su relación con disfunción de la glándula tiroides: revisión sistemática ¿Existen riesgos para la salud de la población?  Revista médica de Chile, 146(2), 223-231. https://dx.doi.org/10.4067/s0034-98872018000200223

Espinosa, C.; Márquez, K. & Rodríguez, J. (2012). Evaluación del riesgo de eutrofización del embalse Monaicito-piedra azul, estado Trujillo, Venezuela. Revista de la Facultad de Ingeniería Universidad Central de Venezuela, 27(4), 33-42. Disponible en http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-40652012000400005&lng=es&tlng=es

Liebig, J. V.

Lougheed T. (2011). La paradoja del fósforo: escasez y sobreabundancia de un nutriente clave, Salud pública de México vol, 53, nº5. Disponible en  http://www.scielo.org.mx/pdf/spm/v53n5/a13v53n5.pdf

Marx, C. (1867). El Capital. Tomo I. Libro en línea.

Omaña, E. (2021). Se agota el fósforo, uno de los nutrientes de suelo. Disponible en https://naturaytrabajo.blogspot.com/2021/03/se-agotan-los-nutrientes-del-suelo.html

Omaña, E. (2011). Módulo de Salud, Seguridad y Ambiente. Memeografiado. Cursos de Postgrados del Centro de Ciencias de la Energía. UBV.

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