APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DEL IMPACTO AMBIENTAL

 por Eric Omaña


INTRODUCCIÓN

Según Ecologistas en Acción (s/f): el impacto ambiental es la alteración de los Ciclos Bio-Geo-Químicos (CBGQ), de forma insostenible e irreversible, alteración que viene modificando o destruyendo los ecosistemas, causando la desaparición de numerosas especies animales, vegetales y otras formas de vida, poniendo en vilo la existencia humana, y que sin duda es “el resultado del desmedido crecimiento de nuestros sistemas socioeconómicos en relación con el medio que los contiene”.

Hasta hace menos de una década, los problemas el cambio climático y el calentamiento global no eran tratados por los grandes medios de comunicación, pero ya se han vuelto tan evidentes, que no les ha quedado otra alternativa sino empezar a tocar el tema, porque los eventos extremos asociados van en aumento: sequías, inundaciones, huracanes, deslaves, etc. son ahora asociados al cambio climático. Ha sido en los últimos dos años que el Informe anual del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC por sus siglas en inglés) ha tomado centimetraje en los grandes medios de comunicación.

Eventualmente se puede ver y leer algo sobre la degradación de los ecosistemas o el riesgo de extinción de alguna especie animal – casi nunca reportan el riesgo de extinción de las especies vegetales – así como poco se consiguen reportes de otros tipos de impacto que en suma nos hablan de la crisis ambiental planetaria, como la pérdida de biodiversidad, la contaminación química, la pujante contaminación electromagnética, la acidificación de los océanos y océanos y su calentamiento continuado, el agotamiento de materiales esenciales para la vida como el fósforo, nutriente indispensable de las plantas, que nos permite desarrollar nuestra estructura ósea (Omaña, 2021).

El propósito de estas notas es contribuir a difundir lo que los grandes medios de comunicación no informan, porque si a ver vamos, esos medios son propiedad de quienes tienen el control de los sistemas socioeconómicos planetarios, el famoso 1% de la población del planeta, responsable directo de la crisis global que amenaza a nuestra especie con una extinción a mediano plazo.

CICLOS BIOGEOQUÍMICOS

            Un ciclo biogeoquímico es la ruta que marca el paso de un elemento o compuesto químico entre los compartimientos atmósfera, hidrósfera, litósfera y biósfera, accionado por la energía del propio planeta y principalmente por la energía del Sol. Todas las especies químicas hacen un ciclo, algunos “rápidos”, y locales como fue el caso del Mercurio en la Bahía de Minamata, Japón que se empezó a manifestar en la década de los 60´s del pasado siglo, y otros muy lentos, como es el caso del Fósforo y de todas las especies químicas que se encuentran en la litosfera.

            Ahora bien, estos CBGQ se pueden modificar por cuestiones naturales, como el vulcanismo, los movimientos telúricos, la inclinación del eje de la tierra, pero también por la intervención humana, que solemos llamar equivocadamente antropoceno, como si todos los humanos somos determinantes en esas modificaciones, y no el sistema de producción y consumo, y quienes de ello se benefician, una ínfima cantidad de la población, por eso, los colegas de la Revista Monthly Review llaman a este período por su verdadero nombre: Capitaloceno.

            Tomemos ejemplos y veamos sus amenazas como ciclo y sus efectos. En primer lugar, el ciclo del agua, que estudiamos todos desde la primaria, que de paso lo estudiamos incompleto, porque se nos esconden sus amenazas y sólo nos muestran parte de los efectos, sobre todo porque se busca hacernos sentir culpables, creando una cortina de los verdaderos depredadores del agua, la industria en general y la agropecuaria en particular, y que se muestra así:

La contaminación del agua por las fuentes industriales, principalmente, luego por las agropecuarias y en tercer lugar por las fuentes urbanas, conduce a enfermedades y muerte para todas las especies vivas, en especial para las que viven en el agua. En ello colaboran la tala y quema indiscriminadas, que impide su acumulación en el subsuelo. El derretimiento del agua congelada conduce al crecimiento del nivel de los mares, que está siendo advertido por el IPCC-NNUU, estimado en más de 1 metro si se llega a +2 °C en relación al inicio de la era-preindustrial, lo que podría acabar con la existencia de por lo menos 1,5 mil millones de seres humanos.

Por su parte, el aumento de la temperatura causa cambios del patrón hídrico produciendo eventos extremos de sequía-inundación, deslaves, tormentas y ciclones más intensos cada vez y pérdida de la diversidad biológica, desaparición y extinción de especies vegetales y animales. A todo eso se debe sumar la acidificación de los mares y océanos que avanza a una tasa de 4,12 %/cada 10 años (Ripple et al, 2020), acidificación que acaba con la flora marina que mantiene a gran parte de la fauna marina.

El ejemplo del fósforo es significativo. Las minas que lo contienen se agotan a pasos agigantados. Esa es una de las causas para estudiar geopolítica, porque Marruecos, desde la independencia de  la República Árabe Sarahuari Democrática, mantiene ocupado parte de los territorios sarahuaríes, donde se encuentran las minas de fósforo que quedan con material disponible para una década más, pero no más. La forma como se ha expoliado el fósforo y las consecuencias en la salud, y hasta en el aumento del costo de los alimentos, los comenta Omaña (2012). Por lo que no vamos a repetirlo.

Pero cerremos esta etapa de contextualización del tema con el ciclo del carbono, de cuya alteración, deviene todo este problema del calentamiento global y del cambio climático, aunque no es la única sustancia que cumple ese papel, por ejemplo, el metano, que proviene de los miles de millones de mamíferos en granjas, hacen un aporte que pasa desapercibido, incluso negado por los lobbies ganaderos. Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO),  cada año, solamente las vacas de todo el planeta liberan a la atmósfera 100 millones de toneladas de metano, que tienen el mismo efecto que 2.500 millones de toneladas de CO2 (FAO, 2018)

Por su parte, el ciclo del carbono describen el paso de este material básico para la vida, por ejemplo desde la formación de la biomasa, en el cual con un proceso bioquímico complejo, esta especie química  es conforma en materia, haciendo que las plantas consuman CO2 para tal generación de biomasa, produciendo a su vez oxígeno, ayudadas por la luz solar, plantas que al descomponerse, como le sucede a cualquier forma viviente al morir, hace ese camino al revés, ya que para descomponerse, los descomponedores de la materia orgánica toman oxígeno del ambiente y liberan dióxido de carbono en forma de gas, una de las vías para llevar CO2 a la atmósfera.

La industria desde que se escaló hace dos siglos, cambió este proceso natural, y produjo más CO2 del que los vegetales puedan utilizar para generar biomasa y del que las bacterias verdiazules del mar o cianobacterias pueden utilizar para producir oxígeno. Roto el balance, la acumulación ha sido escalada cada año, basta ver el grafico CO2–temperaturas, para apreciar dos curvas paralelas, que vienen creciendo moderadamente desde 1986 hasta que en los años 80´s se disparan ambas en una tendencia que hace que cada año se rompa el récord mundial de concentración de CO2 y de temperatura media global.

Así aquella idea original  de Svante Arrhenius, quien estimo una curva de casi 12 siglos, fue conformado por alemán  Alexander Radtke, que hoy en día en el gráfico más leído, porque como expresamos arriba, ahora esto del calentamiento del planeta y el cambio climático, es noticia.

ANTECEDENTES

La noción académica de lo que es impacto ambiental comenzó a tomar relevancia a mediados del siglo XX como consecuencia de la expansión de la actividad industrial y de la llamada «Revolución verde» después de la II Guerra Mundial. A partir de 1970 se comienza a sistematizar la identificación de impactos ambientales (Sposob, 2024). Culminada aquella guerra, las naciones en punga re-direccionaron  los nitrogenados presentes en los cientos de miles de bombas no usadas y a las empresas que las producían para colocar fertilizantes sintéticos en el medio agrícola, para “satisfacer a una población en constante crecimiento” y “acabar con el hambre en el mundo”, en realidad para acrecentar exponencialmente sus capitales. Para ese año, éramos alrededor de 4 mil millones, ahora estamos alrededor de 8 mil millones, es un crecimiento del 100%.

Esta sistematización de lo que es impacto ambiental se llevó al pasado, reciente y antiguo, empezando así el estudio de causas y consecuencias de aquellos sucesos, la mayor parte de origen antropogénicos, siendo sin duda alguna las explosiones atómicas, el inicio de este tipo de estudios cuando la ecología se abrió al mundo, como comenta Worster (2008)  “La Era de la Ecología se inició en el desierto de las afueras de Alamogordo, Nuevo México, el 16 de julio de 1945, con una brillante bola de fuego y una enorme de gases radioactivos en forma de hongo”.

El padre de la criatura, o al menos el director del Programa Manhattan, Robert Oppenheimer, se encuentra entre los primeros que se preocuparon por las consecuencias, por el impacto de aquella cosa que él mismo describió como “el poder más pavoroso de lo que estábamos en capacidad de manejar, una fuerza capaz de destruir todo el tejido de la vida en el planeta”.

De tal manera que el impacto en el ambiente se empezó a visualizar desde entonces. No he conocido algún texto donde este científico estadounidense se haya pronunciado por la destrucción de dos ciudades japonesas, Hiroshima y Nagasaki, causando la muerte de cientos de miles de ciudadanos en forma inmediata y cientos de miles más a largo plazo, sin ninguna razón más que probar el poderío militar de un país, que trató, infructuosamente, que otras naciones alcanzaran un poder igual.

ALGUNOS EJEMPLOS SUCEDIDOS EN ESTE CAPITALOCENO

            Sin duda, nuestra especie está impactando el ambiente, llamémosla mejor naturaleza, desde que hace unos 10.000 años, cuando debió ocurrió la invención de la agricultura y dejamos de ser solo cazadores, empezamos a desplazar el nutriente fósforo de los suelos, y a talar y quemar, lo que no hemos dejado de hacer en ningún momento.

            Ahora bien, todos esos impactos generados por nuestra especie fueron absorbidos por la resilencia de la naturaleza, el tema es que desde hace un par de siglos, la magnitud de los impactos son opuestos a la de la resilencia, por eso desaparecen especies y se pone en riesgo la vida en todas sus formas, la nuestra incluida. Veamos algunos casos:

            En el XIX comenzó la sobreexplotación de los bienes naturales, se estima que para 2070 habrá escasez de: agua, nutrientes del suelo, materias primas para las industrias. El declive del petróleo liviano es conocido desde los años 70´s. Para el Club de Roma (1972), esa fecha de 2070 sería el posible inicio del colapso final.

De esos primeros momentos del Capitaloceno es el impacto que se produjo con la introducción de conejos, hoy en día considera fauna “nociva”  en toda Australia, que tuvo su origen en un cargamento de 24 animales que en 1859 introdujeron los colonos ingleses, aquellos animales, que tienen una tasa de reproducción altísima se consiguieron con los cultivos de los granjeros y ningún depredador.

La desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) presenta dos casos de intento de marchar hacia el progreso, uno se dá en el «Mar» de Aral ubicado en la frontera Uzbekistán-Kazajstán. Allí se desvió los ríos que alimentan a este cuerpo de agua, el Amu Darya y Sir Darya con presas, embalses y canales, para plantar algodón en las llanuras desérticas. El lago está casi desaparecido y el algodón desapareció. Algo muy parecido a lo que vamos a comentar del Caño Manamo en Venezuela.

El otro caso es la represa de Asuán en el sur de Egipto, la cual fue construida para terminar con las inundaciones en el bajo Nilo y generar electricidad. Los resultados no pudieron ser más nefastos, aguas arriba proliferó el caracol transmisor de la esquistosomiasis, se produjo la contención de sedimentos que traían los valiosos nutrientes que por miles de años habían hecho del bajo Nilo un auténtico granero, impidiendo la fertilización de los suelos, la salinización de los mismos y un menor aporte de nutrientes al mar con decaimiento de la actividad pesquera.

Las represas, diques y demás estructuras usadas para cambiar los flujos y rutas de los ríos son un ejemplo en pleno desarrollo de algo hecho para generar “progreso” sin estudiar los impactos posteriores. En todos los países, tener represas en un signo de ese progreso sin desarrollo que caracteriza a los países de la periferia, a los pueblos del sur global, como se suele decir ahora. La represa retiene el agua, el caudal del río casi desaparece, los ecosistemas que vivían en esos ríos desaparecen, y los beneficios del pasado para campesinos y demás pobladores también desaparecen.

En ocasiones, la cantidad de sedimentos retenidos hace inusable la represa para generar energía, como sucede con la represa del río Santo Domingo, en el estado Mérida de Venezuela, donde no se estudió la cantidad de sedimentos que arrastran los ríos que allí confluyen desde montañas jóvenes y con mucha pendiente que sacó la generación de energía de la central hidroeléctrica correspondiente del sistema eléctrico nacional.

            Un caso que nos atañe a todos es el impacto en las producción de cereales a nivel mundial, en manos de pocas transnacionales la producción de semillas, con leyes introducidas en algunos países que prohíben a los campesinos el intercambio y comercialización de sus semillas autóctonas, una de ellas llamada la Ley Monsanto, por la empresa estadounidense que es dueña de la semilla cuyas plantas son resistentes a un plaguicida que Monsanto produce a base de glifosato, es a su vez dueña y comercializadora de los fertilizantes, etc. y no es un caso único.

            Uno de los resultados de este tipo de “desarrollo”, del impacto, es la caída exponencialmente brusca de las especies de cereales. La humanidad ha utilizado en su historia entre 7.000 y 10.000 especies de los diferentes tipos de granos, hoy en día, sólo se cultivan unas 150.  Hace 50 años, del arroz se conocía  50.000 variedades, hoy solo se conocen 50. Estamos hablando de trigo, arroz, maíz, canola, etc.

CASOS FAMOSOS EN VENEZUELA

            CAÑO MANAMO. Sin duda alguna, el más famoso pero no por ello el más conocido, sino todo lo contrario, el más desconocido, ocurrió desde 1965, cuando la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) inició en el Delta del Orinoco, el más vasto proyecto para saneamiento de tierras para la siembra que se haya planificado en el país, a través del cierre del Caño Manamo. Ese fue el pretexto. Los estudios que dijeron que se hicieron, apuntaban que con esa modificación, en ese territorio se acabarían las crecidas anuales, se podría cultivar todo el año, y ahí iba a estar el granero de Venezuela.

El resultado fue el mayor genocidio contra el Pueblo Warao desde la llegada de los colonizadores españoles en el siglos XIV, la pérdida de la vida acuática, la salinización de los suelos, la pérdida del sistema de producción de alimentos que tenían cientos de compatriotas en los pueblos adyacentes al Manamo, y la imposibilidad de tener allí una agricultura sustentable de ningún tipo.

Lo que si se logró, fue la facilidad para que empresas de EE.UU. pudieran seguir saqueando el hierro sin tener que hacer transferencias en alta mar, ya que al cerrar el Manamo, el agua fue desviada hacia otro caño, permitiendo el paso de buques de gran calado, que antes no podían navegar en el Delta del Orinoco (Omaña, 2023).

            LAGO DE MARACAIBO. Por más de un siglo, el Lago de Maracaibo ha recibido derrames petroleros, desde que en 1922 el estallido del pozo Barrosos-2 vertió casi UN MILLÓN DE BARRILES en una semana. El sabio Tobías Lasser observó que la mancha de crudo llegó hasta Maracaibo. Desde entonces, las transnacionales estadounidenses y anglo-holandesas,  colocaron en el fondo del lago no menos de 28.000 Km de tuberías, que para la época de la Nacionalización (chucuta) ya eran obsoletas. Los derrames en el lago son una constante que no han podido controlar, ni en le IV ni en la V República.

A ese daño permanente se le suma otro, igualmente permanente, que se ha incrementado en las últimas décadas: la contaminación de las aguas servidas, que ha permitido la proliferación de la lemna o lenteja de agua, que hace ver la superficie del lago como un campo de golf en cierta época del año.

El Lago de Maracaibo es testigo del caso del mayor caso penal y civil en materia ambiental en Venezuela, cuando el  28-02-1997 el buque tanquero griego Nissos Amorgos, con 75.000 barriles de crudo, encalló en el canal de navegación, derramando 25.000 barriles, que contaminaron la costa noroeste de la Isla de San Carlos; extendiéndose el derrame hacia el balneario de Caimare Chico, una longitud aproximada 40 km del Municipio Páez.

Según Severeyn et al. (2003):  

... murieron 7,6 millones de macroinvertebrados, eliminados 28 especies en Caño Sagua y 23 especies en Caimare Chico. Las almejas comerciales, guacuco chipichipi totalizaron casi 5 millones, representando el 64% de la macrofauna béntica aniquilada. Los daños ecológicos fueron incalculables y hasta la fecha el monitoreo de las playas afectadas revela que, 5 años después, solo han regresado a las playas afectadas el 40% de las especies que originalmente allí se encontraban, lo que sugiere una década más a la fauna macrobéntica recuperar sus condiciones originales…

            Este episodio, y la determinación soberana de las autoridades de aquellos años, llevó a juicio la empresa naviera y a su aseguradora con el resultado, en lo penal de condenar al capital del tanquero Nissos Amargos a 1 año y 4 meses de prisión, previsto en el Art 38 y 9 de la Ley Penal del Ambiente; y en lo civil, el Tribunal ordenó los siguientes pagos a las empresas NISSO AMARGOS (propietaria) y NAFTIKI ETE (aseguradora): Bs. 29.220.619,74 (unos 169.000 dólares estadounidenses para la época) al Estado Venezolano, más Bs. 57.734,92 al Instituto de Control y Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (ICLAM), más Bs. 56.733,38 a la Armada Venezolana.

            Hay muchos más casos donde por falta de previsión y un adecuado estudios de impactos ambiental se nos están presentado problemas importantes, que todos deberíamos conocer, como el Lago de Valencia, la explotación aurífera en la región Guayana, que lleva ya más de 100 años, pero que algunos políticos han descubierto ahora, pese a que incluso fueron funcionarios del Ministerio del Ambiente, la intervención de cuencas, como la del río Caura. Pero no es mi intención tocarlos todos en este escrito.

ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL (EIA).

Luego de tan larga contextualización, llegamos al punto que quiero tratar. La conceptualización nos la da el Decreto 1.257:

“Estudio orientado a predecir y evaluar los efectos del desarrollo de una actividad sobre los componentes del ambiente natural y social, y proponer las correspondientes medidas preventivas, mitigantes y correctivas, a los fines de verificar el cumplimiento de las disposiciones ambientales contenidas en la normativa legal vigente en el país y determinar los parámetros ambientales que conforme a la misma deban establecerse para cada programa o proyecto”

            Como se puede apreciar, se trata de que todo proyecto, desde que es eso, proyecto, debe estudiar el ambiente donde se va a desarrollar, para hacer un ejercicio del impacto sobre las comunidades que allí habitan, por eso habla del componente social, y del impacto sobre los componentes bióticos y abióticos de ese ambiente. Y entonces, en esa etapa, en que aún no empieza la ejecución, establecer y planificar las acciones para prevenir el impacto, y en caso que no sea posible la prevención al 100 %, plantear las medidas mitigantes y correctivas que habrá de implementarse, tomando siempre como referencia la normativa nacional.

            Según el este decreto, prácticamente toda actividad económica, salvo la comercial está sometida al mismo, y los EIA deben ser sometidos para su aprobación a las autoridades ambientales. El decreto establece esa obligación para: Minería en todas sus variantes, Exploración y producción de hidrocarburos y sus industrias conexas, Forestal, relacionada o no con el Ordenamiento y Manejo Forestal, Agroindustria, Acuicultura, Producción de energía o industrias,  Transporte, Disposición de desechos, Obras de infraestructura turísticas o residenciales y Desarrollo de otras obras de infraestructuras (por ejemplo, las represas).

Entre los recaudos que deben ser presentado a las autoridades ambientales para la revisión de un IAP se destacan: a) La descripción detallada, tanto del proyecto a desarrollar como del medio ambiente donde se ejecutará; b) La definición del área de influencia del proyecto; c) La identificación de impactos potenciales asociados al desarrollo del proyecto; d) Los alcances del Estudio en relación con la Información básica, Estudios de Línea Base y Programa de Seguimiento, la Metodología, actividades a realizar, metas a alcanzar en cada etapa, las medidas preventivas, mitigantes y correctivas de los potenciales impactos, los análisis de las opciones relativas al diseño, localización y tecnología consideradas, con la justificación de las alternativas, el programa de seguimiento, los lineamientos del Plan de Supervisión Ambiental, la documento síntesis del Estudio de Impacto Ambiental, el Plan de trabajo y el equipo de trabajo que realizará el estudio, cuya consultora debe estar registrada ante la Autoridad Ambiental, y cuyos integrantes deben demostrar en su curricula la experticia en la materia que tratan dentro del proyecto.

A MANERA DE CIERRE

Conozco algo de Estudios de Impacto Ambiental porque en el pasado formé parte de equipos que ejecutaron EIP en varias partes del país, en mi caso haciendo estudios de base cero para el tema ruido. Hoy en día no sé cómo marchan esos procedimientos. Estando en PDVSA sabía de los procedimientos para intervenir un territorio donde se iban a instalar torres de perforación, pero igual tengo años fuera de la industria y poco sabría que se está haciendo en esos casos en la actualidad.

Busqué en la web del Ministerio para el Ecosocialismo (MINEC) y no conseguí data relativa a actividades relacionadas con EIP, pero uno sabe que los ministerios y entidades públicas no suelen informar todo lo que hacen. En el pasado, cuando se trabajaba solo con máquinas de escribir e imprentas planas, estos entes publicaban en físico la Memoria y Cuenta del año correspondiente, ahora que tenemos todo un universo de ayuda tecnológica y cibernética se hace más difícil conseguir este tipo de información. Si alguien la tiene, y la puede compartir, magnífico. Por mi parte, haré el esfuerzo por conocer más de un área que implica prepararse para…

REFERENCIAS

FAO. Soluciones ganaderas para el cambio climático. Disponible en https://www.fao.org/3/I8098ES/i8098es.pdf

Omaña, E. (2023). Caño Manamo. Eco-Genocidio moderno que no se debe olvidar. Naturaleza y trabajo. Disponible en https://naturaytrabajo.blogspot.com/2023/06/cano-manamo-eco-genocidio-moderno.html

Omaña, E. (2021). Se agota el fósforo, uno de los nutrientes del suelo. Naturaleza y trabajo. Disponible en https://naturaytrabajo.blogspot.com/2021/03/se-agotan-los-nutrientes-del-suelo.html

Programa ambiental de Ecologistas en Acción (s/f). Ecologistas en acción. Disponible en https://www.ecologistasenaccion.org/quienes-somos/programa-ambiental-de-ecologistas-en-accion/

Ripple, W., Wolf, C., Newsome, T., Barnard, P. & Moomaw, W. Científicos mundiales advierten de una emergencia climática. BioScience, 70(1), 8–12. Disponible en  https://doi.org/10.1093/biosci/biz088

Severeyn, H., Delgado, J., Godoy, A. & García, Y. Efecto del derrame de petróleo del buque Nissos Amorgos sobre la fauna macro invertebrada bentónica del Golfo de Venezuela: cinco años después. ECOTROPICOS 16(2): 2003. Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/281245693_Efecto_del_derrame_de_petroleo_del_buque_Nissos_Amorgos_sobre_la_fauna_macrobentonica_del_Golfo_de_Venezuela_Cinco_anos_despues

Sposob, G. Impacto Ambiental. ENCICLOPEDIA HUMANIDADES. Recuperado de https://humanidades.com/impacto-ambiental/. Última edición: 27 febrero, 2024

Tribunal Sexto de Primera Instancia del Régimen Procesal Transitorio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia 2000. Demanda Penal por Contaminación por Fugas o Descargas Culposas, Sentencia Definitiva N° 1, N° 18 / 5724 – 5741. Disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scp/Mayo/151- 15513-2013-C12-51.html

Tribunal Octavo de Primera Instancia en lo Penal en funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia 2010. Demanda Civil por Indemnización de Daños provenientes de la Comisión de un Hecho Punible, Sentencia Condenatoria N° 8J-009-10-S, N° 22 / 7532 - 7610 http://apure.tsj.gob.ve/DECISIONES/2010/FEBRERO/572-26-8U-346-08-8J-009-10-S.HTML

Venezuela. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial N° 36.860 del 30-12-1999.

Venezuela. Ley Orgánica del Ambiente. Gaceta Oficial N° N° 5.833 Extraordinario del 22-12-2006.

Venezuela. Decreto 1257. Normas sobre Evaluación Ambiental de Actividades Susceptibles de Degradar el Ambiente. Gaceta Oficial Nº 35.946 del 25-04-1996.

Worster, D. (2008). Transformación de la tierra (1.a ed.). CLAES. Disponible en http://ecologiasocial.com/2008/12/donald-worster-transformaciones-de-la-tierra/

 

 

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